No soy kirchnerista, lo he dicho en varias oportunidades, aunque reconozco el valor de los últimos doce años de gestión durante los cuales se llevaron adelante políticas de apoyo a los sectores más vulnerables de la sociedad, de ampliación de derechos, de defensa de los derechos humanos, de desarrollo científico-técnico, de aumentos reales de los salarios, de acceso a bienes de consumo a los sectores pobres y medios, planes para casa propia, computadoras para todos los niños, cobertura previsional para todos. Tampoco creo ser un descerebrado que se la pasa frente al televisor creyendo todas las mentiras y falsedades que los mass media vuelca a diario, inyectando dosis pavorosas de odio en las personas. No soporto horas y horas hablando de la hermana Inés, de Báez, de López, repitiendo hasta el cansancio las mismas imágenes, los mismos comentarios, como antes nos hacía ver miles de veces un delito para que creamos que nos mataban como moscas, cosa que dejó de pasar por obra y magia del cese de proyección de las escenas de in seguridad en las pantallas. Hace muchos años que dejé de comprar Clarín y no digiero el relato falso, hipócrita y tendencioso de ese conglomerado de medios, que así como saturó las pantallas durante los últimos años denostando, vilipendiando, injuriando a Cristina para que gane Macri, ahora satura las pantallas de los dos o tres hechos de corrupción de miembros del gobierno anterior para tapar el desastre a que nos ha llevado el gobierno de Cambiemos.
En siete meses muchos argentinos han comprendido el error que cometieron al votar a la burguesía parásita del campo y la especulación financiera, devaluación del 50%, inflación anualizada del 45%, aumentos de salarios acotados al 30 o 35 % según gremios, con una pérdida del salario real de entre el 15 y 20 por ciento en menos de un año, genocidas a los que se les permite cumplir prisión domiciliaria, represión a las manifestaciones de protesta, tarifazos increíbles que llegaron al 2000% y que ahora quieren que sea por lo menos del 500%, presos políticos como Milagro Sala que hace 7 meses que está en la cárcel sin estar imputada en delito alguno, el retorno a la Corte adicta de Menem que garantiza impunidad a los miembros del gobierno del Pro-radicalismo, persecución judicial, periodística y política contra dirigentes populares basada en mentiras e injurias con denuncias apócrifas que presentan los adictos al régimen (Carrió, Stolbizer, Ocaña), comunicación ofensiva contra la inteligencia y la dignidad de los argentinos de clase media y pobres, con expresiones como: cada tanto un negrito del norte viene a gobernarnos (Prat Gay), le habían hecho creer a los pobres que podían viajar, tener celulares, plasmas, autos (González Fraga), no pueden andar en pata y camiseta en la casa (Macri), hay que pegarle al narcotráfico en donde más les duele, el tráfico de drogas (Bulrich), eliminación de planes sociales como procrear, salud reproductiva, conectar igualdad, destrucción del desarrollo científico técnico despidiendo trabajadores de la ciencia de Atucha, INTI, INTA, ARSAT, etc.
El macrismo es un proyecto para pocos, para la argentina ganadera de comienzos del siglo XX, exportadora de granos y ganado y comodities y donde los patrones del campo (hoy también patrones financieros, grandes industriales y exportadores, etc.) saquean las riquezas naturales basados en un derecho ilegítimo sobre la propiedad privada de los medios de producción. Por ejemplo, las estancias de Etchevehere y todos los miembros de la Sociedad Rural son producto del robo y genocidio de los pueblos originarios. Las fortunas de los Macri y de los grandes conglomerados que viven de la obra pública son el producto del saqueo que hicieron durante las dictaduras, las grandes fortunas en Argentina debieran ser investigadas porque son producto del enriquecimiento ilícito, como Clarín que robó a punta de pistola Papel Prensa y que extorsiona empresarios amenazándolos con publicar lo que saben de ellos si no le hacen hacer buenos negocios al monopolio mediático.
¿Porque solo se investiga a Báez, López y demás empresarios vinculados al kirchnerismo y no se investiga a Calcaterra, Caputo, Macri, Perez Companc y demás empresarios socios de macrismo y que lucraron ilegalmente robando al estado con la obra pública? Claro, porque entre bueyes no hay cornadas,
Decía no soy kirchnerista, porque no hago política partidista, no soy miembro de ningún partido, nunca ocupé cargos públicos, ni los ocupare, no me interesa, siempre tuve el mismo trabajo (docente universitario e investigador), lo cual no quiere decir que no tenga convicciones políticas, que no adhiera a un modelo de organización social, solo significa que ninguno de los proyectos de los distintos partidos me satisface, busco más, quiero más.
Soy como un lobo estepario en el medio de la inmensidad, aullando de dolor por mis hermanos queridos, buscando ser escuchado, ahora o en el futuro, que piensa críticamente, que sabe que las transformaciones son lentas pero que reconoce el valor de la palabra y de las ideas.
Siento rechazo por los macristas y radicales traidores al legado de Alfonsín, porque más allá de su proyecto explotador y opresor actual representan todo lo que rechacé desde muy joven. Los macristas son egoístas, les importa muy poco el sufrimiento de los demás, solo son solidarios del pico para afuera ya que odian a los pobres y no pierden oportunidad de denigrarlos, son codiciosos, malintencionados, se doblegan ante los que mandan (los que tienen el poder económico que es el poder real) como Macri hace unos días en La Rural, fueron alcahuetes y amanuenses de cuanta dictadura hubo (Macri tiene fotos con Videla y demás genocidas), son corruptos (fueron beneficiados por Cavallo que durante la dictadura estatizó la deuda privada convirtiéndola en deuda pública y estos empresarios corruptos “socializaron” sus deudas haciendo que las paguemos todos), son mentirosos, cobardes e hipócritas porque se llenan la boca con que les duelen los pobres y los hunden en la peor de las miserias con tarifazos atroces e impúdicos, hablan de la comunidad de intereses que es la defensa de sus intereses, son los que cuando era joven iban en el auto último modelo de su papito y se reían de los que no podíamos tener ropa de marca como ellos, son vacíos, no tienen una idea sustanciosa, solo les interesa la ropa de marca, los coches de lujo (no por casualidad Macri bajo los impuestos a los autos de alta gama) la vida dispendiosa, las fiestas gigantescas donde se gastan en horas la comida de millones de argentinos en años, son antidemocráticos, y no solo porque recortan derechos, sino porque son discriminadores (recuerden a las viejas gordas que se movilizaron para que les dejen comprar dólares en 2014 y se quejaban que a los morochitos les dan una casa gratis), son prejuiciosos, juzgan a la gente por portación de cara, son ingenuos y mentalmente parasitarios, asumen que lo que les dice la TV o los diarios monopólicos es verdad, escuchan embelesados a Lanata mintiendo y difamando a las personas, pero que se embolsa los 10 millones de dólares que le paga Magneto por mentir, a los periodistas de intratables que se instituyen en fiscales y condenan a los kirchneristas antes que la justicia los cite (por ejemplo Liliana Franco mintiendo groseramente cuando dijo que cuando la presidenta pasaba por los pasillos de casa de gobierno la gente se tenía que inclinar en señal de sumisión), en definitiva, son los jupies de saco y corbata que nos robaron siempre como funcionarios de las empresas y ahora nos roban como funcionarios del Estado.
Por eso que aunque no soy miembro de ningún partido (Partido Obrero, Partido Justicialista, Partido Socialista, etc.) tengo claridad sobre lo que detesto, detesto a los que piensan que la patria es una bandera que esta clavada en la tierra, la patria son mis hermanos ahogados por la explotación y el ultraje.
Tengo claro que el gobierno del PRO-RADICALISMO nos lleva al mismo acantilado del 2001, que destruye las estructuras económicas, científicas y sociales de nuestro país, que tiene una actitud genuflexa y cobarde frente al poder económico (del que a la vez es parte) y frente a los centros de poder imperialistas.
Tengo claro que quiere eliminar la pobreza matando de hambre a todos los pobres.
Y para ser justos, creo que quienes éramos detractores de CAMBIEMOS en el 2015, nos equivocamos y feo, no eran lo que pensábamos, son mucho peores, mucho más siniestros, sádicos, crueles que lo que habíamos.
Hasta la próxima
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