martes, 1 de diciembre de 2015

De que unidad me hablan


En primer lugar, quiero decirles que escribo estas líneas desde el hartazgo. Harto de la hipocresía de quienes durante años me insultaron, me agredieron, me atacaron, me vilipendiaron, me injuriaron. Y digo esto porque durante 12 años hicieron eso con Néstor Kirchner, con Cristina Kirchner y cada ataque, cada insulto, cada diatriba, cada mentira hacia ellos era como hacérsela a todos los que confiábamos en ellos y por lo tanto a cada uno de nosotros. Por años soportamos que dijeran que Cristina era una yegua, una corrupta, una autoritaria y debimos callar. Pero cuando se hacía alguna crítica a un periodista opositor, entonces era un ataque a la libertad de prensa. Lanata y sus secuaces, Majul, Longobardi, Fontevecchia, Van der Koy, Obarrio, y cuantos mas no se cansaron de mentir, agraviar, insultar, armar operaciones de prensa, dividirnos en dos bandos antagónicos donde los opositores eran los buenos, los honrados, los impolutos y los oficialistas los malos, los corruptos. Sistemáticamente ocultaron o ningunearon los procesos, denuncias, etc. contra Macri y el PRO, y usaron a una psicótica como Carrió para hacer las denuncias más disparatadas, que luego se caían por no tener sustento. Denunciaron fraude cada vez que perdieron una elección y se felicitaron por lograr procesos electorales transparentes cuando ganaron. En Tucumán tuvieron al país en vilo con una denuncia de fraude cuando el oficialismo había ganado por más de doce puntos, pero en la última elección que ganaron por dos puntos se congratularon de la limpieza del proceso. Que estaría pasando ahora si Scioli hubiera ganado por dos puntos, seguro que habría movilizaciones, ríos de tinta, denuncias de todo tipo y color por el supuesto fraude. Sin embargo, Scioli no espero más de dos horas para reconocer el triunfo, eso es conducta cívica, C5N dijo que había ganado Macri a las 18 hs 01 minuto. Macri y los opositores hubieran salido a llorar por los medios por el fraude, los medios hubieran denunciado el fraude y Carrió, la inefable psicótica hubiera llamado a la desobediencia civil por la república perdida. Durante años tipos como Lanata crearon y profundizaron la llamada grieta, y luego dijeron que la grieta era un problema de Cristina. TN se cansó de llevar opositores a mentir ante las cámaras de televisión y de evitar cuidadosamente que fueran oficialistas y si iban los maltrataban, los acosaban sin piedad, mientras que a los opositores los trataban con guantes de seda. Y ahora vienen los mismos que asaltaron nuestras ilusiones, que nos robaron el futuro, que hipotecaron nuestro país e hipotecarán, a decirnos que hay que terminar con la grieta, que tenemos que querernos como hermanos, que todos somos argentinos. Hermanos son los huevos y a veces se golpean diría don Cosme en mi pueblo. Nos piden que esperemos, que le demos tiempo al nuevo gobierno, que tengamos fe, me pregunto, se creen que somos idiotas, creen que el 50% que no voto a Macri es la mitad boluda del país. Leí en algún lado, y sé que es así porque estoicamente veo el programa “Intragables” que allí se reúnen un conjunto de ególatras neoliberales y partidarios del capitalismo salvaje que con hipocresía hablan de los pobres que en realidad desprecian, en el escrito se los definía como operadores serviles del mercado, parvularios, autoritarios y fundamentalmente ignorantes camuflados de libre-pensadores. Me refiero específicamente al impresentable de Pablo Vilouta que dice ser un periodista deportivo y se mete a opinar de todo sin saber de nada, además de otras ignorantes que opinan porque el aire es gratis y porque les pagan como Débora Plager, Silvia Fernández Barrios, Úrsula Vagues, Liliana Franco, Mariano Obarrio (que debería ganar un premio a la mentira y la calumnia de lo que es un especialista). Estos personajes dicen ser democráticos, hablan de la unidad de los argentinos, de escuchar al otro y son unos zanguangos que no escuchan a nadie, que interrumpen a los que piensan distinto que ellos, que defienden las ideas neoliberales, que les importa un bledo la gente, y menos la gente más vulnerable, que son fundamentalmente anticomunistas de opereta, macartistas por convicción, que comparten la definición de la política del PP Esperanza Aguirre sobre que por fin se terminó el comunismo en Argentina (aunque para ser políticamente correctos a veces no dicen lo que piensan) . Quiero destacar que en el panel hay personajes entrañables como Diego Brancatelli o Agustina Kamfer, que son agredidos en forma feroz por los antes nombrados, tratando que no opinen porque son kirchneristas. Con tipos como estos, antipopulares, elitistas, reaccionarios burgueses, alcahuetes y prebendarios no existe la más mínima posibilidad de unidad, ellos son los que nos van a mentir sistemáticamente en apoyo al gobierno de la derecha neoliberal del PRO. Son los que empezaron a decir que hay que esperar, que tenemos que ajustarnos, que el 2016 viene difícil, etc., etc. De que unidad hablan cuando proponen echar maestros, llevar por las nubes el dólar, ajustar a la baja el nivel de vida de los argentinos, atacar a los políticos del FVP y de la izquierda por votar leyesobreras que a ellos no les gustan, amenazar con echar funcionarios como Gils Carbó cuando tienen mandato legal hasta el 2017, solo porque no son de su palo (ellos que siempre criticaron al gobierno por manipular la justicia), decir que van a perseguir y echar periodistas de los medios estatales que comulgaron con el gobierno (¿no era que el kirchnerismo usaba los medios estales cómo propios?. De que unidad hablan cuando escuchamos a tipos como Rubinstein (de Rubinstein&asociados) decir que los asalariados tienen que aceptar que deben perder poder adquisitivo, a Carlos Melconian que afirma que Macri le va a pagar con las reservas (esas reservas que dicen que se dilapidan vendiendo dólar ahorro a los pequeños ahorristas) a los fondos buitres, a Ricardo Buryaile (que tiene el sueldo embargado) afirmando que le van a sacar las retenciones a los patrones agrarios para que se hagan más ricos de los que son, al Rabino Berman diciendo que a Sabatella y Bauer hay que echarlos por decreto cuando están legalmente nombrados hasta el 2017 (haciendo gala del respeto a la ley que preconizaron cuando eran oposición y que ahora se pasan por el culo), al diario La Nación con una editorial que dice que hay que terminar con la venganza y dejar de juzgar a los genocidas, a Prat Gay enojado porque cada tanto nos gobierna un caudillo oscurito del interior (claro ahora van a gobernar los blanquitos depredadores, corruptos y asesinos), a Macri queriendo eliminar los feriados para que los empresarios se llenen más los bolsillos, a José Luis Espert manifestando que las paritarias son un mecanismo fascista y que hay que eliminarlas, a Horacio Rodríguez Larreta preconizando que hay que abrir salvajemente las importaciones (que sabemos que llevan al quiebre de los pequeños industriales) en fin, la tía catalina decía que para muestra basta un botón, con el macrismo tenemos una botonería completa para mostrar. De que unidad hablan. De la unidad de ellos en la mentira, la represión, el ajuste. Disculpen, ganaron en buena ley, es su derecho gobernar, pero el nuestro es oponernos, es criticarlos, es denunciarlos, y en eso se nos va la vida. Nada podemos esperar de un gobierno que tiene una multiplicidad de procesados entre los futuros funcionarios, que nombra en las empresas del estado a personeros de las multinacionales (seguramente y espero equivocarme para que las vacíen y las hagan ineficientes y poder venderlas a precio vil como hizo Menem), un gobierno que trabajará para aumentar las ganancias de la burguesía más concentrada, que va a hipotecar nuestro futuro pagándole a los fondos buitres, lo que más que un pago es un robo del patrimonio nacional, un gobierno que va a eliminar la hermosa programación de Encuentro el canal cultural. Por supuesto, desde el 10 de diciembre se termina la inseguridad, la inflación, no van a haber más pobres, la desocupación será cero, se terminará el tráfico de drogas, nadie tendrá que alquilar porque no habrá déficit habitacional y viviremos en un país feliz y en el que los argentinos nos reencontraremos en el amor, la buenas ondas y la paz, y todo esto por obra y magia de los medios que no van a pasar malas noticias, que dejarán de mostrar (o mostraran menos) las entraderas, los arrebatos, los asesinatos, que manipularán las estadísticas, que mentirán, ahora a favor del gobierno en las políticas sociales. Volveremos a escuchar a Bonelli diciéndonos como a pesar de la pesada herencia todo va bien en la economía, a Carlos Melconián respondiendo entrevistas donde diga que el sistema financiero está sólido, a Federico Sturzenegger notificándonos que las reservas del banco central están por las nubes, a Lanata buscando fechorías de los que se fueron (para no aburrirse porque los que van a estar según su definición y práctica son híper honestos), a Majul (el que se propone como el Bernardo Neustradt del macrismo) inundándonos de entrevistas que muestran que gracias a las políticas de Macri somos todos ricos y la paz llegará por vía de la realidad virtual de la prensa canalla. Pero les tengo malas noticias, la Argentina es un país dividido en clases sociales, los trabajadores (a pesar de los traidores burócratas sindicales como Moyano) no van a permitir que les arrebaten los que consiguieron en los doce años de gobiernos kirchneristas, y los militantes populares y de izquierda seguirán resistiendo al gobierno de los explotadores y dentro de cuatro años tendremos un gobierno más radicalizado que el de Cristina, Salvador, Brasil, Uruguay, Bolivia, Venezuela, Ecuador, Perú, etc. Hasta la próxima

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