sábado, 26 de mayo de 2012

El hartazgo de muchos argentinos.


Hay quiero ser emotivo, quiero transmitir mi hartazgo, como el de muchos argentinos, con un cierto periodismo, ese periodismo encarnado como figura paradigmática por el periodista Jorge Sanata, y a la vez pedir encarecidamente a su entorno, que como en el caso de un enfermo terminal se recurre a la eutanasia, alguien tenga piedad del gordo y le muestre los videos de lo que hace, porque francamente, el único calificativo que le cabe es el de patético.
Pero Sanata no es el único, si bien él es quien mejor expresa a ese periodismo mercenario, al servicio de la gran burguesía reaccionaria que es dueña de las tierras, los bancos y los monopolios mediáticos, la nómina de estos medios es muy extensa.
Si uno recorre los diferentes canales puede llegar a envenenarse con el odio, las injurias, las falsedades, las opiniones interesadas, el ocultamiento de información, los pronósticos fatalistas, que segregan periodistas asalariados de los medios hegemónicos, como Alfredo Leuco, Pepe Eliaschev, José Antonio Díaz, Ernesto Tenenbaum,  Marcelo Zlotogwiazga, Nelson Castro, Joaquín Morales Solá, Magdalena Ruiz Guiñazú, Marcelo Bonelli, Julio Blanck, Eduardo Van der Kooy, Chiche Gelbung, Marcelo Longobardi, y tantos otros.
Estos periodistas como Sanata me recuerdan a Groucho Marx quien decía que él tenía principios, y que si a uno no les gustaban tenía otros para ofrecer, al igual que Groucho, estos “periodistas independientes” tienen un variado menú de principios para ofrecer según quienes los contraten.
Lo que Sanata y su troupe de amigos independientes no se dan cuenta, es que no solo ofenden a la Presidenta con sus fantochadas, ofenden la inteligencia de por lo menos el 54% de los argentinos, que votaron convencidos de que un nuevo modelo de acumulación capitalista se está construyendo en Argentina, como paso previo a una sociedad igualitaria y autónoma.
Sanata, que pretende vanamente emular al genial Tato Bores, no informa ni divierte, solo da pena en su intento por ensuciar y degradar todo lo que el oficialismo hace, como por ejemplo sus comentarios sobre el comercio con Angola, hablando de una plaza del candombe, cuando se refiere aun lugar de homenaje, que ese país realizó con las mujeres que combatieron en la independencia.
Añorando los años en que Menem y De a Rúa nos “metían” en el primer mundo de la convertibilidad (como Grecia entró al mundo del Euro) del cual salimos con las cifras de pobreza e indigencia mas altas que existieron en el siglo XX en nuestro país, Sanata defiende que se pueda comerciar con EE.UU que mantiene un sitio ilegal de tortura en Guantánamo, que sostiene un prepotente e ilegal bloqueo contra un país independiente como Cuba, que participó del asesinato del Che, de Allende y de miles de revolucionarios latinoamericanos a través de agentes suyos como Michael Vernon Townley Welsch (que participó e la logística del golpe contra Allende), Félix Ismael Rodríguez.(que ordenó la muerte de Che), etc., pero no con Angola, que es un país del tercer mundo y no del primero como España, Grecia, etc.
En la misma línea de Sanata, José Antonio Díaz (aquel que dijo que el bicentenario estaba devaluado haciendo alusión a que no iba a congregarse nadie en los festejos), se la pasa haciendo pronósticos catastróficos sobre la marcha de la economía, como en algún momento lo hizo Broda cuando anunció un dólar a diez pesos, o tantos otros “economistas objetivos”. Claro como el capitalismo es un sistema contradictorio de crisis cíclicas, basta con decir que va a ocurrir una crisis y esperar, ya que se supone que en algún momento va a haber una crisis, solo que hace diez años que esperan el momento y no llega y por añadidura existen medios periodísticos “malvados”, que les recuerdan sus pronósticos como lo hacen “Duro de Domar”, “6, 7, 8”, Tiempo Argentino, CN 23, lo que hace que estos mercenario añoren aquellos años del discurso único, en el que podían decir cualquier estupidez sin que nadie les recuerde lo que decían.
Del impresentable Pepe Eliaschev no hay nada que decir, solo basta escucharlo para darse cuenta de la similitud ideológica que guarda con otros dinosaurios conservadores como Mariano Grondona, Mario Vargas Llosa, Luis Majul, Osvaldo Pepe, Marco Aguinis, Tomás Abraham, etc., creo que el problema de Eliaschev es que hace ya mucho tiempo que se le detuvo la neurona trotona (la única neurona que tiene y da vueltas en su cerebro y que cada tanto al moverse engancha un pensamiento) y por eso no puede hilvanar dos ideas coherentes.
No hablemos de los progres como Tenenbaum y Marcelo Zlotogwiazga, el primero escribió un libro “¿Que les pasó?”, ahora a la vista de su defensa del propagandista estrella de la dictadura genocida, Gelbung, en nombre de la libertad de expresión, que parece que para él solo vale para los periodistas opositores, y de sus manipulaciones de los entrevistados para que digan lo que él quiere que digan, debería escribir una segunda parte, le sugiero un título “¿Qué me pasó?”, como decía el gigantesco Atahualpa, “no hay flojo que no se venda por una sucia moneda, aunque siempre en mi patria queda criollaje que la defienda”.
A algunos “periodistas”, como Grondona, Longobardi, Guiñazú, Morales Solá, no es necesario comentarlos, ya los escuchamos mucho durante la dictadura, hablando de los subversivos terroristas, como bien lo denunciara una publicación, “Los sofistas y la prensa canalla” editada por Eduardo Varela Cid cuando recién comenzaba la democracia en 1984, en el que se critica de manera muy fuerte a muchos medios y periodistas por ser el sostén intelectual e informativo de la ultima dictadura militar. Las criticas van fundamentalmente contra Editorial Atlántida (Revista Gente, Somos y Para Ti) y algunos periodistas que escribían a favor de la dictadura en ella como Mariano Grondona, Renee Sallas, etc., pero silenciando cuidadosamente el papel de los medios hegemónicos durante el genocidio o los podemos identificar en el abundante material escrito y gráfico que existe del período que va de1973 a 1984.
Creo que es hora de que la mayoría silenciosa, aquellos sin voz (en los medio de prensa), comencemos a ser parte de la crítica hacia los canallas que no solo defienden los espurios intereses de los sectores mas concentrados de capitalismo, que hagamos sentir nuestra voz para que esos mercenarios a sueldo de los medios hegemónicos dejen de creer que nos pueden manipular. Es hora de que en cada bar en una mesa de café, que en cada charla en la mesa familiar, en conferencia a la que asistamos, en cada momento en que podamos denunciarlos, lo hagamos, no importa lo exiguo de la cantidad de personas que nos escuchen, no importa lo largo o corto del recorrido de nuestra prédica, importa que una, cien, millones de voces de los ciudadanos de a pie nos hagamos sentir desde donde podamos, desde un blog como yo ahora o desde cualquier lugar, que no los escuchemos mas, que no miremos sus programas, para que dejen de mentirnos y dejen de ofender nuestra inteligencia.
La gran burguesía durante el siglo veinte tuvo el control de la circulación de la palabra, ahora gracias a los grandes adelantos tecnológicos como Internet o la telefonía celular existen otras voces que pueden circular, y la palabra se ha podido liberar de las ataduras que le impedían desplegar todas sus potencias revolucionarias y transformadoras.
Parafraseando una consigna podemos decir “Ni olvido, ni perdón, caerán los mentirosos y serán incinerados en la hoguera de las vanidades”, con el combustible de la crítica implacable de un pueblo que no acepta mas que se hable en nombre de él, que quiere ser su propia voz y tener sus propias ideas producidas en el marco de la autonomía social que tan brillantemente propugnara Cornelius Castoriadis.
Hasta la próxima

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