Hay
quiero ser emotivo, quiero transmitir mi hartazgo, como el de muchos
argentinos, con un cierto periodismo, ese periodismo encarnado como figura
paradigmática por el periodista Jorge Sanata, y a la vez pedir encarecidamente
a su entorno, que como en el caso de un enfermo terminal se recurre a la
eutanasia, alguien tenga piedad del gordo y le muestre los videos de lo que
hace, porque francamente, el único calificativo que le cabe es el de patético.
Pero
Sanata no es el único, si bien él es quien mejor expresa a ese periodismo mercenario,
al servicio de la gran burguesía reaccionaria que es dueña de las tierras, los
bancos y los monopolios mediáticos, la nómina de estos medios es muy extensa.
Si
uno recorre los diferentes canales puede llegar a envenenarse con el odio, las
injurias, las falsedades, las opiniones interesadas, el ocultamiento de
información, los pronósticos fatalistas, que segregan periodistas asalariados de
los medios hegemónicos, como Alfredo Leuco, Pepe Eliaschev, José Antonio Díaz,
Ernesto Tenenbaum, Marcelo Zlotogwiazga, Nelson Castro,
Joaquín Morales Solá, Magdalena Ruiz Guiñazú, Marcelo Bonelli, Julio Blanck, Eduardo
Van der Kooy, Chiche Gelbung, Marcelo Longobardi, y tantos otros.
Estos
periodistas como Sanata me recuerdan a Groucho Marx quien decía que él tenía
principios, y que si a uno no les gustaban tenía otros para ofrecer, al igual
que Groucho, estos “periodistas independientes” tienen un variado menú de principios
para ofrecer según quienes los contraten.
Lo
que Sanata y su troupe de amigos independientes no se dan cuenta, es que no
solo ofenden a la Presidenta con sus fantochadas, ofenden la inteligencia de por
lo menos el 54% de los argentinos, que votaron convencidos de que un nuevo
modelo de acumulación capitalista se está construyendo en Argentina, como paso
previo a una sociedad igualitaria y autónoma.
Sanata,
que pretende vanamente emular al genial Tato Bores, no informa ni divierte,
solo da pena en su intento por ensuciar y degradar todo lo que el oficialismo
hace, como por ejemplo sus comentarios sobre el comercio con Angola, hablando
de una plaza del candombe, cuando se refiere aun lugar de homenaje, que ese
país realizó con las mujeres que combatieron en la independencia.
Añorando
los años en que Menem y De a Rúa nos “metían” en el primer mundo de la
convertibilidad (como Grecia entró al mundo del Euro) del cual salimos con las
cifras de pobreza e indigencia mas altas que existieron en el siglo XX en
nuestro país, Sanata defiende que se pueda comerciar con EE.UU que mantiene un
sitio ilegal de tortura en Guantánamo, que sostiene un prepotente e ilegal
bloqueo contra un país independiente como Cuba, que participó del asesinato del
Che, de Allende y de miles de revolucionarios latinoamericanos a través de
agentes suyos como Michael Vernon Townley Welsch (que participó e la logística
del golpe contra Allende), Félix
Ismael Rodríguez.(que ordenó la muerte de Che), etc., pero no con
Angola, que es un país del tercer mundo y no del primero como España, Grecia,
etc.
En la misma línea de Sanata, José Antonio Díaz
(aquel que dijo que el bicentenario estaba devaluado haciendo alusión a que no
iba a congregarse nadie en los festejos), se la pasa haciendo pronósticos
catastróficos sobre la marcha de la economía, como en algún momento lo hizo
Broda cuando anunció un dólar a diez pesos, o tantos otros “economistas
objetivos”. Claro como el capitalismo es un sistema contradictorio de crisis
cíclicas, basta con decir que va a ocurrir una crisis y esperar, ya que se
supone que en algún momento va a haber una crisis, solo que hace diez años que
esperan el momento y no llega y por añadidura existen medios periodísticos “malvados”,
que les recuerdan sus pronósticos como lo hacen “Duro de Domar”, “6, 7, 8”, Tiempo
Argentino, CN 23, lo que hace que estos mercenario añoren aquellos años del
discurso único, en el que podían decir cualquier estupidez sin que nadie les
recuerde lo que decían.
Del impresentable Pepe Eliaschev no hay nada
que decir, solo basta escucharlo para darse cuenta de la similitud ideológica
que guarda con otros dinosaurios conservadores como Mariano Grondona, Mario
Vargas Llosa, Luis Majul, Osvaldo Pepe, Marco Aguinis, Tomás Abraham, etc.,
creo que el problema de Eliaschev es que hace ya mucho tiempo que se le detuvo
la neurona trotona (la única neurona que tiene y da vueltas en su cerebro y que
cada tanto al moverse engancha un pensamiento) y por eso no puede hilvanar dos
ideas coherentes.
No hablemos de los progres como Tenenbaum y Marcelo Zlotogwiazga, el primero
escribió un libro “¿Que les pasó?”, ahora a la vista de su defensa del
propagandista estrella de la dictadura genocida, Gelbung, en nombre de la libertad
de expresión, que parece que para él solo vale para los periodistas opositores,
y de sus manipulaciones de los entrevistados para que digan lo que él quiere
que digan, debería escribir una segunda parte, le sugiero un título “¿Qué me
pasó?”, como decía el gigantesco Atahualpa, “no hay flojo que no se venda por
una sucia moneda, aunque siempre en mi patria queda criollaje que la defienda”.
A
algunos “periodistas”, como Grondona, Longobardi, Guiñazú, Morales Solá, no es necesario
comentarlos, ya los escuchamos mucho durante la dictadura, hablando de los subversivos
terroristas, como bien lo denunciara una publicación, “Los sofistas y la prensa
canalla” editada por Eduardo Varela Cid cuando recién comenzaba la democracia
en 1984, en el que se critica de manera muy fuerte a muchos medios y
periodistas por ser el sostén intelectual e informativo de la ultima dictadura
militar. Las criticas van fundamentalmente contra Editorial Atlántida (Revista
Gente, Somos y Para Ti) y algunos periodistas que escribían a favor de la
dictadura en ella como Mariano Grondona, Renee Sallas, etc., pero silenciando
cuidadosamente el papel de los medios hegemónicos durante el genocidio o los
podemos identificar en el abundante material escrito y gráfico que existe del
período que va de1973 a 1984.
Creo
que es hora de que la mayoría silenciosa, aquellos sin voz (en los medio de
prensa), comencemos a ser parte de la crítica hacia los canallas que no solo
defienden los espurios intereses de los sectores mas concentrados de
capitalismo, que hagamos sentir nuestra voz para que esos mercenarios a sueldo
de los medios hegemónicos dejen de creer que nos pueden manipular. Es hora de
que en cada bar en una mesa de café, que en cada charla en la mesa familiar, en
conferencia a la que asistamos, en cada momento en que podamos denunciarlos, lo
hagamos, no importa lo exiguo de la cantidad de personas que nos escuchen, no
importa lo largo o corto del recorrido de nuestra prédica, importa que una,
cien, millones de voces de los ciudadanos de a pie nos hagamos sentir desde
donde podamos, desde un blog como yo ahora o desde cualquier lugar, que no los escuchemos
mas, que no miremos sus programas, para que dejen de mentirnos y dejen de
ofender nuestra inteligencia.
La
gran burguesía durante el siglo veinte tuvo el control de la circulación de la
palabra, ahora gracias a los grandes adelantos tecnológicos como Internet o la
telefonía celular existen otras voces que pueden circular, y la palabra se ha
podido liberar de las ataduras que le impedían desplegar todas sus potencias
revolucionarias y transformadoras.
Parafraseando
una consigna podemos decir “Ni olvido, ni perdón, caerán los mentirosos y serán
incinerados en la hoguera de las vanidades”, con el combustible de la crítica implacable
de un pueblo que no acepta mas que se hable en nombre de él, que quiere ser su propia
voz y tener sus propias ideas producidas en el marco de la autonomía social que
tan brillantemente propugnara Cornelius Castoriadis.
Hasta
la próxima
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