Hoy quiero hablar desde la bronca.
Bronca que se genera por la impotencia que tenemos los ciudadanos frente a la miseria e insensibilidad de ciertos políticos, que mientras están en campaña nos prometen un mundo ideal y que cuando son gobierno nos someten al más terrible de los de los infiernos.
Pero lo que es peor que nos mientan en campaña, es que nos sigan engañando cuando están en el poder.
La sensación es que algunos políticos piensan que somos idiotas, en el sentido literal de la palabra, es decir, sin ningún tipo de raciocinio o inteligibilidad de problemas complejos, y que por lo tanto en lugar de buscar solucionar los problemas basta con mentirnos y hacer promesas inconsistentes que después no piensan cumplir.
Otras veces actúan como si no existieran registros de sus acciones, en un mundo globalizado, en el que, lo que dice alguien en un punto del país inmediatamente se escucha en el otro extremo del mismo, esta actitud autista de ciertos políticos es también una ofensa a la inteligencia de todos nosotros.
Tomemos un ejemplo, la oposición cuestiona en forma permanente que el parlamento delegue poderes que les son propios al ejecutivo, hasta acá podemos decir que la crítica es correcta, pero, en la Ciudad de Rosario la intendenta lo primero que hizo al asumir fue pedir que se le deleguen poderes del Concejo Deliberante, que se lo otorguen “superpoderes” para fijar el precio del boleto de transporte urbano de pasajeros, y luego insinuó la posibilidad de obtener los mismos poderes para fijar el impuesto municipal, esa misma Intendenta fue una de las que en el parlamento nacional cuestionó como un mecanismo autoritario y antidemocrático el otorgamiento de poderes al ejecutivo que corresponden al legislativo.
En nuestro país hay que comenzar a ejercitar la crítica y la memoria en la vida cotidiana y a la hora de votar.
Alguien podrá ofenderse por las palabras de este monólogo, pero creo que es también la hora de hacer salir la bronca, de ponerla afuera, de protestar.
En la provincia de Santa Fe gobierna el Partido Socialista desde hace más de cuatro años, ha pasado por dos test electorales, el primero cuando se lo votó para tomar el gobierno, el segundo cuando la ciudadanía aprobó su gestión de gobierno en 2011, ya que volvió a ganar el ejecutivo.
Durante los cuatro años que van desde 2007 a 2011, muy poco es lo que se hizo por los ciudadanos de la provincia desde el ejecutivo. Se hicieron algunas cosas, eso sí, se aumentaron los impuestos que paga la clase media fundamentalmente, el impuesto inmobiliario, la tasa general de inmuebles de la Municipalidad de Rosario, se aumentó el costo del agua, de la luz, se aumentó el valor del estacionamiento medido en el macro centro y se extendió el área de estacionamiento medido, se aumentaron las multas de tránsito y la arbitrariedad para labrar actas como modo de financiar la recaudación, aumentaron los empleados públicos, por supuesto afiliados o amigos de afiliados al partido gobernante, aumentaron los cortes de luz eléctrica en los veranos, al punto que en este verano (2011/2012) prácticamente existen áreas (el centro de la ciudad de Rosario) que tienen cortes de quince o dieciséis horas varias veces por semanas, se aumentó el costo del transporte urbano de pasajeros en forma desmesurada, etc.
Por supuesto que no todo fue aumento, hubo disminuciones, disminuyó la calidad de servicio de obras sanitarias, disminuyó la transitabilidad en las calles, disminuyó el porcentaje de calles en buen estado, disminuyó la calidad del servicio eléctrico, disminuyó la calidad del trasporte en cuanto a comodidad y frecuencia, disminuyó la calidad de atención a los ciudadanos en los distritos municipales y en la propia municipalidad de Rosario, quienes debemos hacer algún trámite sabemos que debemos esperar largas horas mientras los empleados municipales tienen divertidas tertulias entre ellos, o toman mate o pasean por las oficinas, riéndose en la cara de los contribuyentes, o atendiéndolos con malos modos como si fueran ellos los que mandan y no nuestros empleados, en definitiva disminuyó la calidad de vida en las grandes ciudades (de las chicas no opino porque no vivo en una de ellas)
Tomemos el tema de la electricidad, desde año pasado se nos viene diciendo desde el gobierno provincial que no van a haber cortes de energía eléctrica en el verano, en Rosario, desde noviembre asistimos a cortes permanentes de varias horas de duración, que se intensificaron en diciembre, sobre todo a fin de año.
La única forma que se atendieran los reclamos fue con el corte de calles, ya que cuando se llamaba a la E.P.E. (Empresa Provincial de la Energía) no se atendía el teléfono o se daban respuestas evasivas. En uno de esos cortes de calles que llevamos adelante los vecinos hastiados de dos semanas con largas interrupciones del servicio eléctrico, televisión de por medio y con un caos de tránsito respetable se atendió el reclamo luego de varias horas de interrumpir el tránsito. En otros puntos de la ciudad ocurrió lo mismo, para que se escucharan los reclamos los vecinos hubieron de cortar las calles.
Durante este evento sucedieron algunas cosas interesantes, algunos vecinos criticaban al gobierno nacional por el corte de la energía eléctrica, otros, les hicieron notar que el corte de energía era debido a problemas de equipo y no de suministro. Si el problema hubiera sido de suministro, sí podría imputarse al gobierno nacional, pero ese problema hace tiempo que no surge. La cuestión de los cortes de energía tiene como causa el deterioro de los equipos eléctricos que llevan varias décadas de instalados y como en ese tiempo aumentó la población y la cantidad de edificios, cuando llega el verano comienzan a estallar por el deterioro y la sobre exigencia. La provincia no invirtió desde hace muchos años en el cambio de los cables eléctricos o remodelando las sub estaciones eléctricas que realizan el cambio de alta a media tensión. O sea, el problema se debe a la negligencia y falta de inversión del gobierno provincial.
Además los cables que se reponen ante la rotura de las instalaciones, son cables de aluminio de menor resistencia que los de cobre por lo que se deterioran más rápido, esto dicho por los propios empleados de mantenimiento de la E.P.E., por lo que el diagnóstico de los problemas eléctricos que afectan a la ciudad de Rosario es falta de inversión, negligencia, desatención y obsolescencia del parque eléctrico.
La respuesta del Gobernador Bonfatti fue que se habían tomado las medidas para que no hayan cortes de energía durante el resto del verano y que se iba a resarcir a los damnificados por los cortes.
Ninguna de las dos promesas se cumplieron y el resultado es que a unas semanas de las promesas del Gobernador, los cortes se intensificaron y los resarcimientos brillan por su ausencia, es decir que el gobierno de la Provincia se ríe en la cara de los ciudadanos, les falta el respeto, los insulta y continúa sin hacerse cargo de sus propios errores.
En materia de seguridad, caballito de batalla de la oposición (incluido el Partido Socialista) en el plano nacional, en Santa Fe lejos de mejorar empeora. Hay cada día más tráfico de drogas, bandas armadas de narcotraficantes se pasean en vehículos disparando sin control por las barriadas más humildes, crecen los enfrentamientos entre bandas, los robos y asesinatos, y todo ello debido a que el gobierno provincial no puede controlar a su propia policía, denunciada desde diversos medios de estar posiblemente implicada en todo tipo de delitos, como la prostitución, los robos, el tráfico de drogas etc. Esa policía, además de ser la ejecutora de militantes sociales como Pocho Lepratti, de muchos muertos en el 2001, para empezar el año según su tradición de desprecio por la vida humana no hizo nada para impedir que en una canchita de futbol, en la que festejaban el año pacíficamente tres militantes del Frente Social Darío Santillán, fueran asesinados. Que dijo el gobernador Bonfatti a horas del hecho, que era una guerra entre narcos, ocultó la participación de la policía en el hecho, ya que no hubo ninguna presencia policial en el lugar, siendo virtualmente una zona liberada, y solo cambió su discurso cuando los miles de irritados vecinos fueron en protesta a la gobernación porque los asesinados eran militantes sociales reconocidos del barrio y no narcotraficantes.
En educación se han perdido cuatro años sin realizar ningún cambio, y el cambio de ministra solo sirvió para que alguien vinculado familiarmente a la Ministra de Educación anterior ocupara su puesto. Excepto la pintura de algunas escuelas y otras reformas menores nada cambio en la educación santafesina. No hubo reforma curricular, se burocratizó el sistema, los planes de formación de docentes son altamente ineficientes, no se mejoraron las condiciones y medio ambiente de trabajo docente y se incrementó la violencia en las escuelas y fundamentalmente hacia los docentes. El gobierno provincial disparó un conflicto artificial con los docentes negándose a darles un beneficio de jubilación anticipada, que el Partido Socialista en la oposición había votado en las cámaras durante el anterior gobierno peronista de Obeid.
En lo referente a las políticas de tránsito, nada se ha hecho para tratar de paliar el caos que es el tránsito en las grandes ciudades. Se otorgan áreas de estacionamiento medido a empresas “amigas” encareciendo el costo y aumentando las áreas en las que se explota el gravamen a los automovilistas. A la hora de salida de clases de los colegios privados el caos es mayor porque se estaciona en doble o triple fila sin que el municipio tome medidas, el transporte es de de mala calidad, viajamos como ganado, con coches desvencijados, sin aire acondicionado y se ha encarecido notablemente.
En definitiva, hablo desde la bronca por la situación actual en la provincia, donde crece el deterioro de la calidad de vida, y me pregunto y les pregunto a los queridos lectores que votaron por el
Frente Amplio Cívico y Social, “que carajo votaron”, porque le dieron un nuevo crédito a estas políticas clientelares y demagógicas que aumentan los costos a la clase media y a los sectores de menores recursos mientras les mantienen las paupérrimas contribuciones a los terratenientes y a la gran burguesía.
Y a todo el pueblo de Santa Fe los convoco a que manifestemos nuestro hartazgo por esas políticas, que salgamos a las calles a defender nuestros derechos para que tengamos las condiciones de vida que nos merecemos, para que en lugar de dar la dirección de las empresas y ministerios a amigos y favorecedores se las entreguen a ciudadanos con conocimientos y capacidad de gestión, para que en lugar de simulacros de presupuestos participativos que no son más que reuniones de miembros del partido gobernante y los funcionarios de gobierno, que hacen aprobar por presencia de número, lo que al gobierno le interesa, haya una real participación de los vecinos y de los ciudadanos en la gestión de gobierno que es lo menos que se le puede pedir a un “gobierno socialista”
Hoy más que nunca se deben debatir estos temas y salir a las calles, manifestar nuestra rabia en todas las intersecciones por los cortes de luz, el aumento de los impuestos, el deterioro de la calidad de vida, solo así podremos lograr los santafesinos vivir como nos merecemos.
Hasta la próxima
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