domingo, 1 de febrero de 2015

Cuánta razón tenés Graña.


Cuánta razón tenés Graña, Carrió no solo tiene repodridos a políticos, periodistas, jueces, sino también a quienes como yo, son ciudadanos de a pie. Carrió siempre miente (bueno casi siempre, por no ser categórico), hasta cuando dijo que ella no tiene la culpa de que todo el mundo la quiera, en realidad debió decir que todo el mundo (o casi todo el mundo) la detesta, solo la quieren los que dependen económicamente de ella (sus empleados) o los pelotudos que no se animan a decir lo que vos dijiste, que Carrió es una denunciadora serial, lo cual no estaría mal, sino fuera porque invariablemente las denuncias de Carrió son falaces, son Mise-en-scène una puesta que Carrió hace como parte de una forma desagradable de hacer política. A Carrió no le importa lo falaz o verdadero de la denuncia que hace, sino el efecto político que tiene esa presentación judicial o mediática y los réditos que ella puede lograr para su persona. Es interesante observar que Carrió permanentemente habla de conceptos abstractos como honestidad, veracidad, desprendimiento, solidaridad, democracia, pero en su práctica estos conceptos no aparecen nunca. Habla de honestidad y hace denuncias falsas, lo que la constituye en una persona profundamente deshonesta; dice buscar la verdad y miente en la mayoría de sus aseveraciones políticas; pregona el desprendimiento y la ayuda a los demás y su estructura egocéntrica solo le permite pensar en ella misma y en nada más que en sus intereses; llama ser solidarios y jamás se ha solidarizado con los que piensan distinto que ella cuando son atacados por los medios de comunicación monopólicos, dice defender el interés de la nación y trabajaba a favor de los fondos buitres que quieren rapiñar el país, habla de democracia y es profundamente autoritaria, como lo demuestran sus ataques (el ataque a Graña incluido) a periodistas, políticos, pensadores que no piensan como ella. En definitiva la estructura autoritaria y reaccionaria de Carrió ni siquiera le permite llevar adelante una convivencia democrática con quienes trata de “construir” algo. De ello dan cuenta los cientos de personas que trabajaron políticamente con ella y que luego se alejaron y tuvieron que soportar las diatribas de esta mujer nefasta. Aun estando en el mismo espacio político atacó sin piedad e insulto a sus compañeros de ruta como Binner, Cobos, Solanas, etc. Pero lo que más indigna de Carrió es la ligereza con que hace denuncias que luego no puede sostener con pruebas pero que perjudican notoriamente a los que piensan distinto que ella. El ejemplo de Graña es uno de los más actuales y notorios, ataca a uno de los mejores periodistas de argentina, caracterizado por su independencia política y su criterio amplio, un periodista que sabe entrevistar, que no se amilana en la crítica y que reconoce los aciertos del gobierno. Sin embargo para Carrió son buenos periodistas los de los monopolios concentrados como Daniel Santoro, Jorge Lanata, Marcelo Bonelli, Luis Majul, Eduardo Van der Koy, Julio Blanc, Nelson Castro, Joaquín Morales Solá, todos ellos al servicio del Grupo Clarín o la Nación, que no le hacen críticas porque el grupo tiene en Carrió su principal empleada para decir los exabruptos que los otros “periodistas” del grupo no se animan a decir, aun cuando hacen gala de deshonestidad, falsedad y falta de ética profesional. Estos periodistas tampoco son orgánicos de los servicios, como dice Carrió de otros, pero si lo fueran seguramente no lo diría, porque a Carrió solo le interesa denunciar para descalificar a los que la critican o no son de su “palo” político. Y miente en forma grotesca porque sabe que tiene la complicidad de los periodistas de los grupos mediáticos monopólicos, o acaso el lector escuchó a alguno de los periodistas más arriba nombrados criticar a Carrió. Las denuncias de Carrió nunca prosperaron porque eran y son obviamente falsas o sin sustento, solo que para Carrió no prosperan porque hay jueces kirschneristas que no les in teresa la “verdad”. A lo largo de los años se acumularon denuncias altisonantes, con gran impacto mediático y que nunca prosperaron en la justicia, como la denuncia de la diplomacia paralela en Venezuela a raíz de la cual, ella y el otro denunciante Eduardo Sadous ex embajador en Venezuela fueron procesados por falso testimonio, también denunció que Aníbal Fernández era el jefe del narcotráfico en Argentina cosa que nunca probó porque es falsa, como tampoco probó que Massa esté vinculado al narcotráfico o Cobos al tráfico de la efedrina, tampoco nunca se pudo probar la supuesta bóveda de Báez, en la que según sus dichos acumulaba millones de dólares mal habidos, denuncia también levantada por otro esbirro de Clarín Jorge Lanata. Otro fiasco fue la desestimada denuncia contra Lorenzetti, Carrió se presentó incluso en la OEA para denunciar un pacto entre Lorenzetti y la Presidenta Cristina Fernández, los hechos demostraron la falsedad de esta denuncia. Tampoco se salvó de sus denuncias su actual aliado, según ella el político más probo y eficiente, sin embargo no hace mucho tiempo decía que “Macri es un delincuente,…Tiene una Side privada, ese cuasi mafioso que es su padre, miren lo que será que hizo, escuchar a sus propios hijos”. Sería larga la lista de desopilantes denuncias de Carrió, que por supuesto nunca incluye en sus denuncias a los grupos mediáticos que la amparan, ya que en los hechos funciona, como dijimos más arriba, como una empleada del grupo Clarín. Recientemente dijo que el gobierno estaba lleno de terroristas, que eran Montoneros que se habían entrenado en el Líbano con terroristas árabes. Es importante observar que lo que Carrió pretende hacer es desempolvar la vieja y maquiavélica denuncia de los dos demonios, como si los guerrilleros de los 70´ hubieran sido lo mimo (aunque de distinto signo) que los militares genocidas de la última dictadura militar. En primer lugar, (y es importante destacar que nunca fui Montonero, es mas en los setenta los critiqué tanto por su política como por su pensamiento de poder), los Montonero no cometieron delito ya que con el advenimiento de la democracia en 1973 depusieron las armas y se integraron al gobierno democrático de esos años. Si usaron las armas, como otros grupos guerrilleros, contra las dictaduras. Más allá de la asimetría que significa el ejército usurpando el poder soberano del pueblo y avasallando la constitución contra un pequeño grupo de jóvenes mal armados que se levantaron contra las dictaduras cívico militares, es importante considerar dos artículos de la Constitución de 1853: Art. 21.Todo ciudadano argentino está obligado a armarse en defensa de la patria y de esta Constitución Art. 22.El pueblo no delibera ni gobierna, sino por medio de sus representantes y autoridades creadas por esta Constitución. Toda fuerza armada o reunión de personas que se atribuya los derechos del pueblo y peticione a nombre de éste, comete delito de sedición. ¿Pude criticarse a los jóvenes revolucionarios de los 70’ y 80’ por luchar con armas contra quienes habían avasallado la constitución?, ¿Cometían delito Montoneros, ERP, FAR, FAP al organizar la lucha armada contra las dictaduras cívico militares, cuando como vemos la constitución nacional establece como obligación armarse en defensa de la misma? Es evidente que no y entonces porque Carrió trata de igualar el delito de sedición de las dictaduras militaras a la legítima lucha armada de los grupos guerrilleros y del conjunto del pueblo argentino. Para ello es necesario saber qué hacía Carrió durante la última dictadura militar. En la página de Taringa se afirma que "Lilita" (Carrió) fue FUNCIONARIA DEL GOBIERNO MILITAR. El 7/2/78 el interventor del Chaco, General de Brigada Antonio Serrano, por decreto provincial 72, la nombró asesora de la Fiscalía de Estado a los 21 años. Según el ex Director del Diario La Razón, José Pirillo, Carrió, quien se opone contundentemente a que se conozca la identidad de los hijos de Ernestina Herrera de Noble, le consiguió los hijos al propio Magnetto cuando trabajaba en el juzgado chaqueño. Desde su cargo podría haber investigado los hechos de Margarita Belén que se produjeron en diciembre de 1978, año del nombramiento de las Carrió. Desde la Fiscalía, "Lilita" podría haber investigado lo sucedido y no lo hizo, ya que estaba sometida al gobierno militar. Fue Secretaria de la Procuración del Superior Tribunal de Justicia de esa provincia, con nivel y jerarquía de Juez de Cámara. Ese cargo lo obtuvo el 21/8/80, por resolución 522 del Superior Tribunal de Justicia, más tarde fue premiada, (el 25/10/82) con un rápido ascenso, pese a la objeción de varios jueces por no haber respetado la carrera judicial en dicha promoción. El mentor para que fuera silenciosa Fiscal de la Justicia Militar, fue el Teniente Coronel Ormaechea, entonces Jefe del Regimiento Chaco, y tío de la "Jefa" espiritual de la República. Es evidente que mientras los Montoneros (a quienes critica por haber tomado entrenamiento militar en el Líbano) combatían a la dictadura ella se beneficiaba con cargos públicos obtenidos en base al clientelismo político y familiar. ¿Puede Carrió presentarse ahora como fiscal de la república y denunciar falsamente a oficialistas, sin siquiera mencionar los delitos de opositores y miembros de los grupos mediáticos?, si puede, la democracia se lo permite, solo que un pueblo maduro, crítico e informado la destinará al basurero de la historia del que nunca debió haber salido. Por eso Graña, no solo a vos te tiene podrido Carrió, me animaría a decir que al 95% de los argentinos, en el otro 5% están Macri, Magnetto, Saguier, Fontevecchia, los periodistas de esos medios y toda la sarta de bandidos que cree en Carrió, que la sustenta y sostiene sus mentiras y difamaciones Hasta la próxima

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