lunes, 16 de julio de 2012

Política, medios de comunicación e inflación.


En muchas oportunidades hemos analizado como los sectores de poder utilizan ciertos temas con fines políticos. Uno de ellos es la inseguridad, en este caso hemos distinguido la inseguridad de la sensación de inseguridad, considerando a la segunda como una experiencia subjetiva que es creada en la sociedad por la acción masiva de los medios de comunicación.
No decimos que no existan asaltos, secuestros, salideras, asesinatos, y todo tipo de delitos y crímenes, lo que decimos que si los medios de comunicación de masas, exponen en sus páginas, en sus pantallas, en forma persistente, cada delito que acontece, pueden crear (y en los hechos lo hacen) la sensación de que todos y cada uno de nosotros, cada vez que salimos a la calle, nos encontramos expuestos a ser robados, matados, etc.
En todos los países del mundo existen estos tipos de delitos, en algunos con más, en otros con menos frecuencia.
De lo que se trata es de generar temor en sectores de la población, sobre todo en aquellos más permeables a este discurso, como la pequeña burguesía ciudadana, proclive a absorber formas de propaganda autoritaria y discriminadora.
Los medios de comunicación suelen manipular estadísticas, brindar datos sin decir cual es su fuente, desinformar, etc., todo según el objetivo político que tengan.
De la misma manera vemos como desinforman en este tema, a continuación analizaremos como manipulan la cuestión de la variación de los precios al consumidor, comúnmente conocida como inflación.
En primer lugar quiero exponer una serie histórica obre la inflación, la fuente no es el INDEC tan denostado por la prensa canalla, sino la pagina Méxicomaxico.org.
Veamos un cuadro.

Años
% varación
Años
% variación
1970
21,74
1991
84
1971
39,12
1992
17,5
1972
64,15
1993
7,4
1973
43,77
1994
3,9
1974
40,1
1995
1,6
1975
334,96
1996
0,1
1976
347,55
1997
0,3
1977
160,44
1998
0,7
1978
169,84
1999
-1,8
1979
139,74
2000
-0,7
1980
88
2001
-1,5
1981
131
2002
41
1982
210
2003
3,7
1983
434
2004
6,1
1984
688
2005
12,3
1985
385
2006
9,8
1986
82
2007
8,5
1987
175
2008
7,2
1988
388
2009
7,2
1989
4924
2010
10,9
1990
1344
2011
9,5

Que no dice este gráfico, en primer lugar que entre 1975 y 1991 los índices de inflación fueron de tres dígitos, en segundo lugar que desde 1971 hasta 1992 la argentina soportó tasas superiores al 20%, en tercer lugar que si bien las tasas de inflación brindadas por consultoras privadas hablan de valores cercanos al 20, aun cuando aceptemos esos valores, lo que no dicen es que ese valor se mantiene constante en los últimos años. Existe una gran diferencia entre un tasa que va creciendo (por ejemplo 1%, 5%, 10%.....50%) y una tasa que según esas mediciones privadas ronda el 20%  (20%, 21%, 25%, 20% …..20), ya que en el segundo caso es una tasa que se mantiene estacionaria en el tiempo. Creo que la inflación es un problema, pero como afirmara Marcelo Cavarozzi en un artículo de “Punto de Vista” en la década del 90´una tasa de inflación de menos del 30% a veces no es un gran problema, pudiendo ser una herramienta económica de construcción política.
El otro problema asociado a la inflación es el del valor del dólar, muchos economistas afirman que al haber inflación y no devaluarse la moneda la economía pierde competitividad.
La competitividad no está asociada solo al valor el tipo de cambio, ella depende de la inversión, de la innovación tecnológica, en definitiva de muchos factores, la industria y el comercio en argentina, han basado sus ganancias en obtener altos réditos sobre la base de tener bajos costos internos, lo cual es una solución que periódicamente estalla, porque cuando se implementan políticas activas tendientes a lograr mayor equidad en el reparto de la riqueza, lo que implica mayores salarios, mayor consumo, estos sectores en lugar de aumentar su producción, tienden a aumentar los precios, es decir el camino fácil pero equivocado.
Por otra parte, en los últimos años hemos observado que la prensa canalla (entre los que destacamos a Sanata, Castro, Bonelli, Tenenbaum, Morales Solá) y sus amos Clarín, La Nación, Perfil, han realizado una activa acción de desinformación orientada a crear pánico entre la población con distintos temas (inseguridad, autoritarismo, persecuciones, aumento de precios, corrupción, etc.) tomando, a veces, datos ciertos pero magnificándolos o poniéndolos, como en el caso de la inseguridad, de manera que parezca que Argentina esta sembrada de cadáveres a consecuencia de los asesinatos diarios.
La inflación es uno de esos temas, en los programas televisivos vemos a diario economistas que advierten sobre los efectos catastróficos de la misma, que repiten hasta el cansancio que la inflación es mayor que lo que afirma el INDEC, que  si no se toman medidas vamos a la hiperinflación, etc., pero el lector, si escucha atentamente a estos economistas como Redrado, Lousteau, Broda, De Pablo, Melconián, etc., observará que nunca dicen como hacer bajar la inflación, nunca analizan el salario real en los últimos años, nunca hablan del crecimiento del consumo de los argentinos, y no lo hacen porque para ellos la única manera de bajar la inflación, mejorar el clima de negocios, aumentar la productividad, es aplicando las recetas que se aplican en Europa, en Grecia, España, Portugal, con las consecuencias de mayor hambre, miseria, falta de trabajo, perores condiciones de vida, para la gente y buenos negocios para los bancos, para el capital financiero, para la burguesía concentrada.
En los últimos diez años los argentinos recuperamos mucho de lo que la burguesía concentrada nos había robado por medio de las políticas neoliberales, desde la década del cincuenta, en muchos casos por medio de gobiernos militares dictatoriales y en otros por gobiernos elegidos por el voto popular, pero funcionales a los intereses de los grandes bancos, de las patronales agrarias concentradas, de los grandes grupos mediáticos; hoy se intenta volver a someternos para destruir las conquistas que en el plano económico logramos con años de lucha, y también conquistas sociales que ampliaron la ciudadanía, como el matrimonio igualitario, la ley de medios, la jubilación del 82% móvil, la estatización de Aerolíneas, aguas, Correos, YPF, la mayor inclusión otorgada por planes como Conectar Igualdad, la asignación universal por hijo, etc..
Creo que es hora de pensar en que medidas debemos tomar los ciudadanos contra los que diariamente conspiran contra el bienestar de la población, mintiendo por lo medios de prensa, tratando de sembrar el desaliento entre nosotros para que bajemos los brazos, contribuyendo al alza de los precios con sus pronósticos fatalistas, tratando que la economía entre en crisis para mejorar su posicionamientos políticos o hacer mejores negocios a costa del bienestar de los ciudadanos.
Es hora que apaguemos los televisores cando estos personajes aparecen en las pantallas, que dejemos de comprar la prensa canalla en la que escriben, que no consumamos los productos de los que los sostienen con la publicidad, que los denunciemos en todos los lugares y momentos en los que podamos.
El ciudadano no tiene medios hegemónicos, pero si la fuerza de su palabra y su capacidad crítica.
Hasta la próxima

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