Mañana son las elecciones más raras que he visto en mi vida, nunca se dió una situación en la que tres meses antes del acto electoral se supiera el ganador. Es interesante analizar esta situación porque devela el estado de la lucha de clases en Argentina, en el que la burguesía se halla atomizada, sin proyecto político y solo un sector de la misma avanza a paso redoblado con la construcción de un nuevo modelo de acumulación capitalista.
Pero dejemos esta cuestión para ir a un análisis político.
En primer lugar asistimos a un país en el que no existe un proyecto político opositor. En cualquier país capitalista del mundo se consideraría un regalo inestimable tener una oposición como la que existe en nuestro país.
Veamos un poco la actitud política del arco opositor. Por empezar, como todos saben, se presentan a elecciones la actual presidenta, Alfonsín, Duhalde, Binner, Carrió, Rodríguez Saa y Altamira.
Comencemos por el que según las encuestas saldría segundo, Hermes Binner. Su partido, el Partido Socialista, es heredero de la legendaria agrupación política fundada por Juan B. Justo en el siglo XIX[i]. Por el pasaron legendarios políticos que hicieron historia como Alfredo Palacios, Germán Avé Llallemant, Joaquín Coca, Alfredo Bravo, Juan Carlos Coral, Guillermo Estévez Boero y tantos otros. Hoy del viejo partido solo queda la historia, y como toda la Internacional Socialista se enrolan en el marco de las políticas burguesas más reaccionarias, siendo, como en el caso de España y Grecia los encargado de llevar adelante las políticas de ajuste antipopulares tan resistidas por los ciudadanos europeos.
En nuestro país, no han desarrollado propuestas muy diferentes, desde el gobierno provincial de Santa Fe el Gobernador Binner aumentó impuestos y servicios apenas llegado al poder, en términos de política económica no se vio ningún cambio con las gestiones anteriores, solo se limitó a tratar de ser un buen administrador y en eso no se diferenció de Carlos Reutemann. La situación social no mejoró nada, al punto tal que otro político dijera que Binner era un socialista con villas miserias, haciendo alusión al crecimiento de las villas en l periferia de Rosario. La salud, su caballito de batalla, desde que fue intendente de Rosario fue empeorando con hospitales mal equipados y falta de insumos. Entre otras cosas, este gobierno, le negó a los docentes santafesinos una ley de jubilación anticipada que los mismos socialistas habían votado en el gobierno anterior. Mantiene bajo el impuesto inmobiliario a las patronales agrícolas, y en los últimos meses ha propuesto bajarle las retenciones a la exportación. Binner declaró que si fuera presidente llamaría a los trabajadores a no pedir aumento de sueldo para luchar contra la inflación. En definitiva se trata de una propuesta neoliberal, casi ortodoxa, muy similar las que fracasaron durante años en nuestro país.
Luego tenemos la Unión para el Desarrollo Social, alianza entre el radicalismo y De Narváez. Alfonsín, cuyo mayor mérito para participar en las elecciones es la portación de apellido, pero que no se parece en anda a su ilustre padre, es (o fue) el candidato preferido de los monopolios mediáticos, y él les retribuye defendiendo los intereses de Clarín y la Nación en cuanta entrevista se le hace.
No tiene ninguna propuesta de gobierno, solo se limita reclamar mayor institucionalidad, quejándose sin argumentos de una supuesta hegemonía del gobierno que silencia las voces de los opositores y quiere amordazar los medios de prensa. Promete aumentos salariales (que seguramente si fuera gobierno no daría), y no para de compararse con Kennedy, Mandela, Obama y otros políticos de fuste, dejando al descubierto un intento bizarro de de venderse como un estadista que no es.
A su lado camina un conspicuo conservador, De Narváez. Este político muestra una nueva tendencia en nuestra sociedad, la burguesía confía cada vez menos en el gerenciamiento de los negocios con el Estado y en lugar de dejárselo a sus empleados los toma ella directamente. Este es el caso de De Narváez, Castelani, Macri y otros conocidos empresarios que desde hace un tiempo han incursionado en la política con suertes varias. En el caso de De Narváez, es interesante saber que siendo, su familia dueña de Casa Tía, sometía a la explotación más feroz a las empleadas de la firma.
Su vocación democrática y su lucha contra el autoritarismo escribió una página muy clara cuando hizo bajar un programa de televisión conducido por Montenegro, Sietecase y Rozín (Tres Poderes, que iba por canal 2 del que es uno de los dueños) porque se le hicieron preguntas que no eran de su gusto. Su frase más interesante fue “los otros políticos tienen precio, yo tengo valores”, y es correcto él tiene valores, campos, autos, canales de televisión, acciones, etc. Pero la frase demuestra, como hemos dicho, la poca confianza de los principales miembros de la burguesía en los políticos. Para un cierto sector de la burguesía, la democracia no es un sistema político que los atraiga en demasía, lo que ocurre es que hoy no cuentan con fuerzas armadas a su servicio para dar golpes de estado, como en otras épocas, han tenido que embarrarse y participar ellos directamente en la política electoral para la gestión del Estado.
Él, que es un burgués propietario de medios de producción, contaba, junto a un amplio sector de la burguesía, con políticos que según se desprende de la frase citada, son empleados asalariados de los empresarios que los compran, y en este nuevo modelo de gestión, como dijimos, es muy clara la desconfianza en los gerentes asalariados como Carrió, Duhalde, etc.
Luego Tenemos a Duhalde, que más se puede decir de este personaje que no sepamos, miembro del peronismo de derecha, fue el patrón de Lomas de Zamora, y en la década del noventa accedió a la presidencia acompañando a Carlos Saúl Menem, uno de los gobiernos más corruptos de nuestra historia. Acostumbra a dar clases de “honestidad” y se queja de la inseguridad y la corrupción en la bonaerense. Pero pocas veces recuerda que gobernó la provincia durante ocho años en los que la corrupción no era tapa, pero existía. El caso más sonado es el asesinato del periodista Cabezas por sacarle una foto al “empresario” Yabrán aparentemente vinculado al crimen organizado. En 2001 se hizo cargo del gobierno y reprimió salvajemente protestas populares causando la muerte de Kotesky y Santillán en una de ellas.
Su mujer es una conocida militante ultra católica que participa de cuanta movida reaccionaria existe como impedir la legalización del aborto, la despenalización de la droga, el matrimonio igualitario, etc.
Tenemos también a pintoresco Rodríguez Saa, un caudillo que gobierna férreamente, por ser generosos, la provincia de San Luis, y en la que no pocas veces se ha hablado de enriquecimiento ilícito, persecución de opositores y prácticas non santas como el famoso video que le filmaron a su hermano en situación comprometida.
Un detalle con Duhalde, se fijaron que hasta los vídeos demuestran que su propuesta es parte de la vieja política, en el vídeo de su acto se paneó al público y mayoritariamente eran personas de 60 años, sin ofender parecía un acto del PAMI, mientras que en el Acto dela presidenta asistieron mayoritariamente jóvenes.
De Carrió que más se puede decir, además de ser una impresentable. Podemos mencionar que es la vocera y defensora del grupo Clarín, que en pago le dá generosos espacios en sus programas, es el arquetipo de una militante católica ultramontana, que solía llevar una gran cruz de madera y que tal vez aconsejada por un publicista, dejo de hacerlo. Tiene todo el perfil de una predicadora, pontifica permanentemente desastres que nunca acontecen y se ve a sí misma como el arquetipo de la ética y la moral, aunque su práctica devela una inclinación a construir operaciones mediáticas, apretar a los colegas de otros partidos y jueces, amenazándolos con juicios políticos y usufructuando el poder que le brinda su alianza con los medios hegemónicos para denigrar cuanta medida de gobierno se toma y a cuánto político no se somete a su voluntad. Su partido ha perdido el 90 por ciento del caudal electoral en los últimos dos años como consecuencia de la apertura de nuevos medios de comunicación (como por ejemplo 6-7-8, canal CN23, Tiempo Argentino, etc., que a través del archivo la pusieron de manifiesto más de una vez en su hipocresía y la falsedad de sus argumentos y juicios, hoy como Duhalde ya no existe en la escena política, es solo un fósil que va desapareciendo.
El último opositor es Altamira, el legendario líder del Partido Obrero, que cumple un rol importante en la democracia, la de denuncia del sistema y sus inequidades desde una postura analítica orientada por el trotskismo. Altamira, como toda la izquierda marxista posee un programa claro, pero inentendible e irrealizable, su mensaje no llega a las masas obreras que constituyen su población objetivo, porque propone operar sobre una estructura capitalista que ya no existe, el Partido Obrero tiene más de cincuenta años y en términos electorales ha tenido magros resultados. Como en otro momento Autonomía y Libertad es probable que acceda al congreso, solo es esperable que como aquella formación política no termine con un escándalo de acusaciones sobre peculado que desdibujaron a Zamora y sus colegas.
A veces uno se pregunta, como será estar en los zapatos de Magnetto, todos los días levantarse para ver que barrabasada hicieron sus socios políticos, que tontería dijo Alfonsín, con que necedad se descolgó Carrió, como continúa cayendo en las encuestas Duhalde. Imagino lo ímproba de su tarea de ser el gran organizador de la derecha política y reaccionaria de Argentina y además tener que atender “sus asuntos” de negocios. Tiene razón Lanata, a Magnetto hay que tenerle lástima, porque dirige un diario que cada día es más débil, aun cuando cuenta con excelentes plumas a su servicio (aunque son cada vez menos creíbles) como el propio Lanata, Sarlo, Blank, Van der Koy, Ruiz Guiñazú, Grondona, Lomgobardi, Bonelli, Majul y tantos otros.
De poco sirve el esfuerzo de los monopolios mediáticos llenando los programas de televisión con políticos miembros de la derecha más recalcitrante que edificaron nuestra derrota como país durante tantos años, llevándonos a sucesivos colapsos como en el 89´ y el 2001. Los programas televisivos de los monopolios mediáticos en los últimos meses llevaron solo políticos de la oposición, Leuco llevó a Stolbizer y de Narváez, Lomgobardi a De Narváez u Duhalde, etc. Creo que se equivocan los monopolios mediáticos, la mejor manera de que crezca electoralmente el Frente para la Victoria y se hundan esos políticos es exhibiéndolos diariamente en televisión y dejando que digan la tonterías que dicen, los argentinos tenemos muchas dudas adonde ir, pero sabemos a ciencia cierta que con los Alfonsín, Duhalde, Rodríguez Saa, Carrió y tantos otros vamos directo al desfiladero y nos suicidamos como país.
Hasta la próxima.
[i] Más precisamente el 28 de junio de 1896 siendo con la UCR los dos partidos centenarios de la Argentina.
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