martes, 15 de octubre de 2013

Política y creencia.

La política en la modernidad se ha constituido en un acto de fe. Con solo observar la propaganda política en las calles de su ciudad Ud. verá que los carteles de propaganda dicen “yo le prometo cambiar su vida”, “yo creo que con la educación vamos a cambiar la provincia”, “Rosario se merece algo mejor, ahora xx”, “el poder del cambio”, “profundicemos los cambios realizados” etc. etc. Todas estas, no son más que frases vacías, slogans de campaña, en las que los postulantes le piden que crea en él, porque todos los demás son incompetentes o corruptos, solo él y su partido son los hacedores del bienestar colectivo. Veamos el caso de Santa Fe. El slogan de campaña del partido en el gobierno es “El poder del cambio” y promete continuar con la transformación de la provincia. Esto es así? Muchas cosas cambiaron en los últimos seis años en la provincia, por ejemplo de ser una estación de paso de la droga que se contrabandeaba del norte, paso a ser una importante plaza de venta de drogas. Que consecuencias trajo esto? En primer lugar, mayor corrupción policial, a la existente se ha agregado la aparición en el ámbito policial de los narco policías, no necesitamos estadísticas para fundamentar esta opinión, basta con ver los policías procesados por narcotráfico, entre ellos un ex jefe de la policía provincial, en Rosario, según informan los medios de prensa, los bunkers de la droga son demolidos por los vecinos y rehechos a los pocos días por los “soldaditos” del narcotráfico. Si todos los taxistas saben y así lo comentan a sus pasajeros, que la droga se distribuye por las calles céntricas de la ciudad en poderosas camionetas Hilux o similares, porque ningún narcotraficante es molestado. Un taxista, que vive en Fisherton, me comentó que allí, en la casa del comisario procesado se reúnen los principales jefes del narcotráfico con la custodia de la policía provincial, los muertos por ejecuciones desde motos o autos han crecido en número tal, que los tiempos de la mafia norteamericana de la ley seca parecerían días pacíficos, a la par de lo que ocurre en Rosario hoy. Veamos otro de los grandes cambios de los últimos seis años, la política contributiva. Los sectores de ingresos medios y bajos se han visto perjudicados por el alza creciente de los impuestos (inmobiliario, tasa municipal, costo del agua, patentes, aumentos desmesurados del transporte, etc.), mientras que las grandes cerealeras y los terratenientes o pagan menos impuestos o directamente no se los cobran como el caso de las exportaciones de grano que no pagan el tributo provincial, esto porque en la ideología de la actual gestión hay que cuidar al campo. No es casual que el partido de gobierno, cuyo fundador fue un rico terrateniente, insista en apoyar los pedidos de la burguesía agraria en el sentido de tributar menos, es decir un Robín Hood pero al revés, Un Hood Robín, el gobierno de Santa Fe le saca a los pobres para darles a los ricos terratenientes y exportadores cerealeros. En educación asistimos a grandes cambios, por ejemplo se pretende sacar la enseñanza de la historia de las currículas, no sea que la memoria se mantenga activa y recuerde cada día el genocidio. Por fuera de ello, los únicos cambios que observamos son la construcción de alguna escuela, la pintada de otras, pero ni siquiera se ha avanzado en el procesamiento de las grandes falencias de la escuela pública, los sectores de clase media migran hacia las escuelas privadas aduciendo la falta de calidad educativa del sistema público. Tampoco se ha resuelto el problema de la violencia escolar, las denuncias por bulling son constantes, los maestros son agredidos por padres iracundos que protestan porque le reprendieron al hijo, o le calificaron inadecuadamente, etc. Existe una alta tasa de burn out entre los docentes los que se ven tensionados por la falta de medios, salarios insuficientes, falta de objetivos pedagógicos claros etc. Por ejemplo, los llamados supervisores, antes inspectores, son figuras decorativas que visitan cada tanto las escuelas, ejercen un autoritarismo vacío, dando indicaciones que pocos o casi nadie cumple y cobrando sus jugosos sueldos a fin de mes sin aportar casi nada a la educación de los niños y jóvenes. En materia habitacional el cambio es notorio, los sectores vulnerables que habitan los asentamientos precarios crecen día a día, sin ir más lejos, en el Barrio “Las Flores” de Rosario que antes estaba muy lejos de la traza de la autopista a Bs. As., cualquiera que hoy transite la autopista verá que las viviendas precarias se construyen casi encima de la autopista. No existe en la provincia una política habitacional que provea de viviendas dignas a estos sectores que frecuentemente se ven obligados a ocupar lotes privados o públicos para visibilizar sus reclamos. En muchas ciudades existe carencia de agua potable, por ejemplo, en Rosario en el verano de 2012 el agua potable le llegaba a los barrios a través de camiones aguateros porque de las cañerías no salía, también hay grandes carencias en materia de saneamiento ambiental y en muchas poblaciones no existen cloacas. La falta de obras hídricas hace que muchas regiones se inunden cuando llueven más de 50 mm. El transporte urbano mantiene las carencias de siempre, no se ha realizado un master plan de transporte urbano e interurbano. Los colectivos de las grandes ciudades por las noches tienen escasísimas frecuencias y los pasajes son extremadamente onerosos para los sectores trabajadores. Los controles a las empresas privatizadas son escasos y de mala calidad, en los últimos meses asistimos a una trágica seguidilla de accidentes como consecuencia de la falta de controles de las gestiones municipales y provinciales. En el Parque Independencia de la Ciudad de Rosario, en el sector de juegos, como consecuencia de un accidente evitable con adecuados controles, murieron dos niñas, y en la calle Salta al 2100 murieron más de treinta personas en una explosión de gas que tiró abajo un edificio sin que hasta el momento ni la empresa privada, ni la gestión municipal o provincial asumieran dignamente la responsabilidad por estos hechos, que como dije, se deben a la relajación de los controles municipales y provinciales. Son frecuentes las denuncias de la oposición por la construcción de edificios de muchos más pisos que los permitidos por las reglamentaciones urbanas, la ciudad construye a un ritmo tan desmesurado, como anárquico cuyas consecuencias va a pagar las generaciones futuras. El trafico tanto en las grandes ciudades como en las pequeñas si no está colapsado, se acerca peligrosamente a este punto , sin que las gestiones municipales y provinciales hagan algo para comenzar a resolver el problema. Es que las obras necesarias se miran con un criterio de caja (gasto) y no como una inversión. Veamos un ejemplo, en Bs. As. el subterráneo se construyó a comienzos del siglo XX. En ese momento la cantidad de pasajeros que lo iban a usar, no creo que fuera mucho mayor que los que usarían un subterráneo en Rosario hoy, y seguramente eran muchos menos que los que lo usarán en el futuro. Pero cuando alguien comenta la idea a algún burócrata, lo que recibe como respuesta es que el subterráneo es muy caro, que no hay en rosario una cantidad de pasajeros km para construir subterráneos, es un criterio de caja, no una reflexión orientada por un master plan destinado a resolver el problema del transporte sobre la base del incremento de la transportación colectiva de los ciudadanos en detrimento del uso de los automóviles, tan onerosos como contaminantes. Tampoco se habla de un plan de trenes de cercanías que conecten, por ejemplo, a Rosario con las localidades vecinas en las que también existe un crecimiento poblacional desmesurado, motorizado por una clase media que busca aire limpio, mejores condiciones de vida, menos inseguridad, etc. En definitiva, debemos creer en quienes preconizar el poder del cambio, cuando gobiernan una provincia y una ciudad en las que la situación social, económica y de seguridad ha empeorado ostensiblemente en los últimos seis años. Debemos creer que quienes gestionan el Estado santafesino no van a continuar facilitándole las cosas a la burguesía privilegiada del campo mientras que hunden en la miseria y el abandono a grandes masas de la población. El 27 de octubre los ciudadanos de Santa Fe pueden opinar, solo opinar, dándoles la espalda a quienes son nuestros verdugos. Hasta la próxima.

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