sábado, 26 de julio de 2014

La religión como alucinación y estructura de poder.

Partamos de un hecho concreto, que Dios no existe. La inexistencia de Dios ha sido demostrada hasta el hartazgo por diferentes científicos ateístas, La primera premisa que vamos a tener en cuenta es que Dios es una creación del hombre, y no al revés, que el hombre es una creación de Dios como pretenden las diferentes religiones. Por lo tanto la expresión bíblica “Dios creó al Hombre a su imagen y semejanza”, debe reformularse con otra que diga “El hombre creó a Dios a su imagen y semejanza”. Esta científicamente demostrado por las teorías evolucionistas que el Universo es el producto del Big Bang o gran explosión inicial, de una masa concentrada que existía antes de la explosión. Luego de la gran explosión, el universo comenzó a expandirse, del polvo cósmico fueron surgiendo los planetas, estrellas, satélites, etc. En nuestro planeta, como posiblemente en otros planetas del universo, por la conjugación fortuita (recordemos que Engels había dicho en el siglo XIX que el azar, la casualidad, o lo fortuito es aquello cuyas causas desconocemos) de diversos factores, se desarrollaron condiciones para la vida orgánica, y de aquél primer micro organismo simple surgieron diferentes formas de vida que se fueron complejizando hasta llegar al homo sapiens. No tengo pensado desarrollar la teoría evolucionista, solo me interesa indicar que el conocimiento científico demuestra a través de diversas disciplinas como la naturaleza es una autocreación, sin necesidad de la intervención de ninguna fuerza externa a ella, por decirlo de alguna manera, la naturaleza es un sistema autopoiético que se desenvuelve dentro de sus límites de operación. Es importante esta aclaración porque, desde tiempos cercanos a los comienzos de la aparición de la especie humana en la tierra, nuestros ancestros se han formulado la pregunta por el origen. Existen dos preguntas que no tienen respuesta, por lo menos en el terreno de lo científico, la primera es la que indicamos arriba, la pregunta por el origen, la segunda es la pregunta por el más allá de la vida individual. Estas preguntas están presentes en las culturas de la antigüedad, y al día de hoy, los seres humanos continuamos formulándonos los mismos interrogantes. Por este agujero negro del conocimiento humano, que no es infinito, sino que tiene límites, es por donde se cuela el pensamiento religioso. La angustia frente a la muerte, y la imposibilidad de conocer el origen hasta sus últimas consecuencias, han desvelado a nuestros ancestros y continúan desvelándonos a nosotros. Para poder soportar la angustia, fue necesario buscar explicaciones, y allí surgen los mitos religiosos. El mito, palabra que proviene del griego mythos es un relato de hechos maravillosos cuyos protagonistas son personajes sobrenaturales (dioses, monstruos) o extraordinarios (héroes). Los mitos forman parte del sistema religioso y de la cultura. Según Levi Strauss el mito tienen tres atributos: 1) se trata de una pregunta existencial, 2) está constituido por contrarios irreconciliables y 3) proporciona la reconciliación de esos polos para poner fin a la angustia. Desde mi modesta opinión, los mitos son relatos fundamentales en cualquier sistema religioso (monoteísmo, politeísmo, etc.) porque permiten explicar aquello que no resiste el análisis racional. El mito no es ni verdadero, ni falso, el mito es, y se despliega como un relato que solo puede ser aceptado o rechazado, según el observador este dentro o fuera del campo de visualización de la creencia. Los antiguos respondían al interrogante del origen con un mito, por ejemplo el mito de Prometeo encadenado que relata Esquilo, o los diversos mitos que encontramos en el origen de las diferentes culturas. El mito moderno es la existencia de Dios, si no podemos explicar el origen, situemos algún ser sobrenatural que es quién ha creado todo lo existente. Dios, o los dioses, constituyen la manera en que las diferentes culturas enhebraron sus creencias y sus conocimientos para explicar aquello que no conocían y que para comprenderlo no contaban con las herramientas de conocimiento necesarias. Todo creyente, para fundamentar la existencia de Dios, lo que hace es preguntar por el antes, de manera que en la cadena explicatorio lleguemos a un punto ciego, donde el creyente nos dirá, ves antes estuvo Dios, y cuando nosotros preguntemos ¿y antes de Dios que hubo?, nos responderá, Dios es eterno, antes de Él no hubo nada, una respuesta que no explica nada, ya que el no creyente podría decir que la Naturaleza es eterna y tendría el mismo viso de veracidad. La siguiente pregunta que debemos formularnos es ¿los humanos siempre tuvimos creencias religiosas? La arqueología tiene una respuesta negativa para este interrogante. Los estudios arqueológicos sobre los restos humanos prehistóricos demuestras que la costumbre de sepultar a los muertos primero y con enseres y armas después no fue una costumbre que existió siempre, se han encontrado restos de seres humanos que simplemente quedaron tapados por sedimentación. ¿Que nos demuestra esto?, que la humanidad tuvo un período pre-religioso, un período en el cual los hombres no se preguntaban por el mas allá o por el origen, en el cual no enterraban a los muertos, simplemente los dejaban tirados, como ocurre en el caso de las diferentes especies animales. El desarrollo de la conciencia religiosa tiene que ver con la evolución humana. En la medida en que el ser humano comienza a dejar de ser un mero recolector o depredador y empieza a poder sintetizar nuevos conocimientos que le permiten desarrollar herramientas y armas, en su cerebro se va produciendo una profunda metamorfosis que da lugar a las diferentes áreas especializadas de su arquitectura neuronal, generando redes neurosemánticas que le permiten componer objetos abstractos y complejos. La idea de Dios, o de los dioses es uno de esos objetos. Si analizamos las diferentes configuraciones imaginarias de las religiones podemos ver que si bien no existe un recorrido lineal, en la historia el hombre fue desplazando sus ideas religiosas de objetos más o menos sobrenaturales, fantásticos y múltiples a un Dios único con forma humana. Ese Dios, como corresponde a una sociedad patriarcal como lo es la hebrea, necesariamente tenía que ser hombre, no podía ser mujer en tanto las mujeres eran en las sociedades antiguas sujetos de segundo orden sin derechos políticos o patrimoniales. Luego devino la construcción de los relatos sistematizados. Esa construcción tiene que ver con la estructuración de las clases sociales en la sociedad humana y el paso del derecho materno al derecho paterno consolidando el patriarcalismo como forma de organización social, la aparición de la monogamia y por lo tanto de un modelo de familia, y el comienzo de la acumulación primitiva que por vía de la herencia fortalece la división de la sociedad en clases opresoras y clases oprimidas. Al dividirse la sociedad en clases y estamentos comienzan a cristalizarse en ella los diferentes grupos sociales (militares, religiosos, trabajadores, esclavos, extranjeros. etc.) con el crecimiento de la desigualdad entre los componentes de la sociedad, desigualdad que se extenderá a los descendientes de esos mismos grupos sociales. En las sociedades primitivas existen una serie de actores tradicionales que ejercen el poder y gozan de privilegios, los militares, los sacerdotes, los nobles o patricios. Generalmente eran personas vinculadas a los fundadores originarios de los clanes donde el poder se había distribuido de manera no uniforme según el grado de influencia de cada grupo social. Uno de los grupos con mayor grado de influencia lo constituyeron los religiosos, encargados de sostener y a acrecentar el poder por vía del convencimiento de los explotados y oprimidos de la inevitabilidad de su destino y la esperanza de una vida mejor mas allá de la muerte. Mao Tse Tung, dijo una vez que con las bayonetas se puede hacer cualquier cosa menos sentarse sobre ellas, y este pensamiento es la síntesis de lo que los sectores dominantes de la sociedad han aprendido a lo largo de miles de años de desarrollo social inequitativo. El dominio no podía sustentarse sobre la exclusiva posesión del poder militar, porque los esclavos que ocupaban todos los niveles de la vida cotidiana se convirtieron en ejércitos de oprimidos que podían revelarse en cualquier momento. El pensamiento religioso que había surgido como una necesidad de enfrentar el miedo y la angustia que dominaban la existencia de los seres primitivos ante la inmensidad de fuerzas desconocidas que los amenazaban (los truenos, rayos, volcanes, maremotos) y frente a la ansiedad por el futuro, no terrenal, sino más allá de la propia vida, rápidamente se evidenció como una herramienta de control social, que se fue diseminando por el tejido societal y más tarde o más temprano terminó controlando todos los aspectos de la vida humana (sexualidad, libertad, formas de pensamiento, etc. .) Los enunciadores de estas verdades inmutables eran los religiosos, aquellos que poseían ese supuesto saber sobre los dioses y sus designios. Ellos pasaron a ser los interlocutores de esos dioses construidos por ellos mismos y a la vez se constituyeron en el estamento más “ilustrado” de la sociedad. Fueron los encargados de explicar porque los dioses se comunicaban solo con este sector social, crearon los instrumentos de ejercicio de su poder y de los estamentos privilegiados de la sociedad, en una palabra fueron los constructores privilegiados de la superestructura de dominación social. Así a lo largo de muchas generaciones fueron capaces de producir intelectualmente los instrumentos que garantizaron el sometimiento de la masa social a unos poco privilegiados. Estos instrumentos, con el paso del tiempo ganaron en sofisticación y capacidad de penetración en las mentes primitivas. Muchas veces constituyeron relatos infantiles que se combinaban con producciones intelectuales complejas, de ello dan cuenta tanto el Corán de los musulmanes como la Biblia de los cristianos. Libros que supuestamente expresan la palabra de un Dios, pero que fueron escritos por hombres de carne y hueso como nosotros. En mi próxima entrada desarrollare misa ideas sobre el carácter alucinatorio de la religión. Hasta la próxima

jueves, 17 de julio de 2014

Universidad, academia y conflicto docente.


A lo largo de treinta años los docentes universitarios hemos estado en conflicto con los sucesivos gobiernos democráticos. Durante el gobierno de Raúl Alfonsín realizamos un paro por tiempo indeterminado que comenzó el 14 de marzo de 1988 y se prolongó durante 42 días en ese año lectivo. El recurso al paro por tiempo indeterminado ha sido una constante que sobrevoló los treinta años de conflictos universitarios, el reclamo ha sido prioritariamente la demanda de recomposición salarial. Veamos algunos datos de los salarios docentes. Durante la convertibilidad, a fines de la década del 90’ un investigador que cobraba $1.700 aproximadamente, es decir U$S 1.700. Ese mismo investigador cobra hoy $20.000, tomando como referencia el dólar oficial, recibe U$S 2.440, y si se toma como referencia el dólar blue su haber neto es de U$S 1.700, con el aumento aceptado por la CONADU (Confederación Nacional de Docentes Universitarios) ese mismo investigador llega a cobrar de bolsillo unos $ 30.000 (Unos $ 45.000 sucio según las propias planillas remitidas por la Confederación), es decir unos U$D 3.660 dólares a cambio oficial y U$S 2.500 si consideramos el dólar blue (Se considera el dólar oficial a la fecha $8,20 y el blue $12). Como se puede notar entre fines de la década del noventa, crisis del 2001 y default incluido a la fecha en término dólares el salario docente se ha mantenido y más aún con el aumento aceptado crece en un 32%. Si esto es así, que se oculta tras la actitud inflexible de la gremial docente de Rosario COAD. Según datos vertidos por el secretario académico de la UNR, Ps. Héctor Barés, la Universidad tiene unos 6.000 docentes (Creo que son más de 7.000 pero fue imposible obtener ese dato en estadísticas de la UNR.), solo en la Facultad de Psicología, en la que presto servicios superan los 500, y hay 12 facultades en la UNR. Cuál es el nivel de participación de los docentes en el debate salarial? Históricamente las asambleas regionales de docentes universitarios no han superado los 200 presentes. En la última "votación" votaron 1400 docentes, 1000 por la huelga por tiempo indeterminado y 400 por aceptar la propuesta del gobierno. Estamos hablando de un porcentaje de alrededor del 15% que quieren seguir la huelga por tiempo indeterminado, porque los que no votaron, ténganlo por seguro, son los que aceptan la propuesta. En la última asamblea había, según los datos del diario La Capital había 200 docentes, es decir menos del 3% de los profesores y docentes, en las asambleas regionales de los docentes y profesores de la UNR, repito, los participantes no superan el 3%. Porqué ocurre esto? Porque existe en estas reuniones un discurso hegemónico que no admite matices. Es muy difícil participar en las asambleas porque el que opina distinto es abucheado, insultado, yo participé en los ochenta y los noventa y quienes teníamos una posición distinta a los dirigentes de COAD sufrimos mucho la tensión, por lo cual muchos docentes optamos por no concurrir más a esas asambleas. Tampoco se realizan asambleas por facultades, hace años que no se hacen, y cuando se hacían, salvo una o dos veces en la década del 80’, estas asambleas no superaban el número de una docena de participantes. Primera conclusión, a la dirigencia de COAD le resulta imposible lograr la participación docente en los procesos de lucha por mejoras salariales, en el mejor de los casos, o les interesa poco y nada que los docentes y profesores participen masivamente, ya que a la burocracia gremial le es más fácil tomar decisiones entre pocos y además pocos que participan de una homogeneidad de relato. Pregunta, el 32% ofrecido por el gobierno es una oferta atractiva para todos los docentes y profesores universitarios? Decididamente no, porque un ayudante alumno rentado, sin el aumento, cobra $ 1.000 y un ayudante de primera rentado con cinco años sin antigüedad, con todo el aumento cobrará $ 1.700. Resulta obvio que nadie puede vivir con ese salario. Entonces para poder valorar el problema en toda su dimensión debemos analizar la planta docente de la Universidad. Vamos a los datos los cargos docentes, según la propia COAD se distribuyen de la siguiente manera: Docentes con dedicación exclusiva 11,50%, dedicación media 28,50%, dedicación simple 60%. De acuerdo a la propuesta del gobierno el docente que más cobrearía en la UNR en el mes de noviembre, con todos los aumentos incluidos llegaría a unos $44.000 sin descuentos, y con descuentos, de bolsillo recibiría unos $30.000. Este dato lo tengo de primerísima fuente. El docente que menos ganará en noviembre, con todos los aumentos incluidos recibirá $1.705. Esta diferencia es debida a las dedicaciones exclusivas, títulos, antigüedad, etc. Entonces cual es el problema en la UNR? Modestamente creo que no es que la propuesta del gobierno sea baja, es del 32% (Incluso en el año 2013 se firmó una paritaria por 16 meses del 24%, mas un 7% en enero, con lo que el aumento respecto al último sueldo de diciembre de 2013 es del 40% mientras que el poderoso gremio de camioneros de Moyano logró el 35%), sino que como vimos más arriba el 60% de los profesores y docentes tienen dedicación simple. Es obvio que un docente que gana $1.400 (un ayudante alumno) tiene un salario insignificante, pero también es obvio que un docente que cobra $30.000 (un investigador con máxima antigüedad, más alta categoría docente, doctor, etc.) gana un salario que aun que no es tan alto es bueno. Una dedicación exclusiva cumple 40 hs. semanales, uno con media dedicación 20 hs semanales y un simple 10 hs semanales. Pregunta, una dedicación simple con 10 hs semanales de las cuales solo 2 o 4 (según las facultades) se dedica al dictado de clases es suficiente para brindar un buen servicio educativo? Debo reconocer que aunque los docentes de dedicación simple hacen grandes esfuerzos por brindar lo mejor de sí a la formación de los futuros profesionales, una dedicación simple es insuficiente para que se brinde un buen servicio educativo. Porque digo esto, porque en primer lugar, al no poder satisfacer sus necesidades de sobrevivencia el docente debe emplearse en otros menesteres que le procuren un dinero para mantenerse él y su familia, y en muchos casos tomar trabajos que a veces no tienen nada que ver con su profesión (empleado en comercios, oficinas, organismos públicos etc.) En segundo lugar porque la tarea docente en la universidad, además de la docencia, requiere, que incluyamos en ella la formación continua, la investigación, la producción teórica y bibliográfica, la participación en reuniones científicas de nivel académico, la realización de acciones de extensión comunitaria y de transferencia a los sectores más vulnerables de la sociedad, etc., mucho más que las 10 hs semanales de una dedicación simple pueden permitir. Siguiente pregunta, porque si se sabe que los cargos simples no satisfacen los requerimientos de excelencia académica en la universidad se siguen nombrando docentes con esa dedicación. Motivo: una dedicación exclusiva cuesta mucho y es un voto, cuatro o cinco dedicaciones simples cuestan aproximadamente lo mismo y son cuatro o cinco votos. Es por ello que estando en el Consejo Superior cuestioné que cuando se jubilaba un docente muchos decanos prefirieran partir la dedicación exclusiva en dedicaciones simples antes que dar semi dedicaciones o dedicación exclusiva a otro docente. Es la lógica de una estructura clientelar (que investigué y analicé en mi libro Universidad y poder(Bonantini C., Domínguez Rodríguez E. (2006) Universidad y poder. Ed. Fundación Ross. Rosario) que privilegia a los amigos y favorecedores antes que el desarrollo académico, lógica que se ha transferido de la política general a la política universitaria. Esta estructura docente de la UNR ha llevado a que esté quinta en los rankings de universidades argentinas, novena si se incluyen las universidades privadas (en los rankings mundiales estamos muy lejos en puestos más allá del quinientos). Se destinan pocos recursos a la investigación, a los equipos de investigación se nos da un subsidio de $2000 por año para insumos y equipamiento, los docentes en algunas facultades no contamos con espacios propios para atender nuestras tareas y hacemos atención de alumnos en las mesas de los bares, etc. Para con concurrir a eventos científicos nunca se nos pagan viáticos y debemos costear esos traslados con nuestros salarios, y por lo general solo los funcionarios del rectorado y de las facultades tienen acceso a viáticos. Las bibliotecas no están debidamente actualizadas y en general faltan en ellas libros fundamentales, pero tampoco contamos con acceso a bases de datos documentales de primer nivel (solo se cuenta con acceso a las bases de la biblioteca virtual del Ministerio de Educación y en forma limitada). En muchas facultades no se cuenta con una infraestructura informática y con soportes tecnológicos para el dictado de clases como lo tienen muchas de las universidades privadas. Entonces el problema no es estrictamente de salarios, es de proyecto universitario. Es necesario un proyecto que desestime las dedicaciones simples y por lo menos solo permita dedicaciones semi exclusivas a los docentes, que invierta en ciencia y técnica, que construya espacios para docentes e investigadores además de aulas, que incentive la producción docente (publicaciones, ponencias en congresos, patentes, etc.). Este proyecto hoy no existe, más aún hay un proyecto clientelar y demagógico que con irresponsabilidad aumenta la destrucción de la Universidad Nacional de Rosario con este paro por tiempo indeterminado. No es con expresiones como “el gremio no se toca”, o tratando de silenciar a un funcionario que advierte sobre la falta de transparencia en las votaciones para decidir el rumbo de la lucha salarial, que se va a construir ese proyecto universitario. El gremio puede y debe ser criticado como puede y debe ser criticada la burocracia de gestión de la Universidad, para mejorar las prestaciones que la Universidad brinda. No es infundiendo temor, con amenazas corporativas como se construye la democracia en la universidad, por lo menos ese no fue el contenido de la reforma universitaria. Creo que es hora de debatir democráticamente, con responsabilidad, con horizonte académico la problemática universitaria. Por otra parte, reconocido por el propio gremio, el padrón de afiliados no supera los 2.800 docentes de un total de 7.000 o más, es decir que se encuentran afiliados al gremio COAD, en el mejor de los casos solo un tercio de los docente universitarios, y de sus afiliados votó menos de la mitad (si se considera que en la votación también participaron docentes que no están afiliados a COAD. Un gremio que desde ese lugar vacío de docentes reclama disciplina gremial, debería empezar por dar el ejemplo, y eso es algo que la dirigencia de COAD no hace, ya que su organización madre aceptó la oferta salarial y levantó las medidas de fuerzas, en cambio COAD desconociendo la resolución de 14 regionales pretende continuar con un irresponsable paro por tiempo indeterminado que solo perjudica a los estudiantes. No sería más saludable desde el punto de vista de la democracia sindical aceptar la decisión de CONADU y continuar dando la discusión sobre lo insuficiente de los salarios docentes. No sería más rico dar el debate sobre la necesidad de prohibir las dedicaciones simples e impulsar que todos los decentes tengan cuanto menos dedicaciones semi exclusivas. Creo que se está escamoteando el nudo central de los problemas de la Universidad Argentina. Es hora que debatamos con seriedad. Hasta la próxima.

viernes, 4 de julio de 2014

Sobre el cambio social.

Luego de estas petit vacaciones vuelvo a conectarme con Uds. Hoy quiero salir un poco de la coyuntura, aunque no tanto. Pretendo discutir que es el cambio y en este sentido es interesante saber que la palabra cambio proviene del latín cambium que significa trueque, acción de cambiar una cosa por otra. Muchos políticos saben mucho de esta etimología, porque constantemente nos intentan cambiar una cosa por otra, sino recordemos al inefable Menem que sentenció que un político promete muchas cosas que sabe que no va a cumplir y cuando lo eligen hace cosas que nunca prometió. También los medios de prensa son partícipes de este conocimiento de la palabra, ya que en forma constante tratan de que veamos lo que no es, es decir, cambian la realidad, aunque en forma virtual. La palabra cambio ha tenido vicisitudes muy importantes. En los 70´ era patrimonio del acervo político de la izquierda, no era pensable un grupo de izquierda que no estuviera entre sus postulados el cambio social. Por el contrario, la derecha conservadora veía en el cambio una actitud destituyente, subversiva. No es casual, fiel a sus principios este sector de la sociedad, siempre supuso que en los procesos de cambio quedaban interdictos sus privilegios de clase. Hoy los herederos de esa derecha han modificado su relato político, aunque no su programa. Esos claros representantes de la derecha política hablan de cambio social, de necesidad de reivindicar a los vulnerables sociales, de luchar por erradicar la pobreza, etc., aunque no abandonan su programa de alianzas con lo más rancio de la oligarquía agrícola-ganadera y defienden a lo peor del capital financiero internacional. También sostienen las banderas de la represión, y aunque no hablen directamente de reprimir a los trabajadores y a los sectores populares, sostienen la necesidad de una política de combate a la inseguridad, que esconde tras un discurso seductor para la burguesía media y para la pequeña burguesía ciudadana, el intento de aumentar el rol represivo de la legislación y la represión directa a los trabajadores en lucha. Si bien, discursivamente sostienen que hay que aumentar la penas a los delincuentes, también deslizan solapadamente la necesidad de establecer un orden social que termine con los piquetes defendiendo una supuesta libertad de tránsito que no respetaron los agrarios durante el proceso de la resolución 125, que permita reprimir a las ocupaciones de predio que realizan aquellos marginados que han sido excluidos de la mínima dignidad de poseer un techo en el que vivir, etc. No es la primera vez que la derecha acomete contra las libertades, ya vimos el mismo intento que hoy encarna Masa y el frente renovador, Macri, Carrió en la década del noventa solo que en aquel momento los actores eran el gobierno de Menem, y el ingeniero Juan Carlos Blumberg y el inefable Bernardo Neustadt. Pero decíamos que el programa de gobierno de la derecha no ha cambiado, los Macri, los Masa, los Carrió continúan adorando el dios del mercado, sostienen las políticas neoliberales del consenso de Washington y la escuela de Chicago. En esencia, lo que vemos es gatopardismo, la derecha en lugar de combatir el cambio, lo preconiza, en lugar de defender los privilegios, habla de combatir la pobreza, pero sus objetivos son muy claros, vaciar a la palabra cambio de todo contenido, apoyarse en la democracia representativa formal que le permite enunciar cualquier discurso, aun algunos que tienen rasgos de progresistas, para luego en el gobierno llevar adelante sus programas de ajuste, represión y maximización de las ganancias de los sectores más recalcitrantes de la burguesía a costa del hambre y la miseria de los sectores populares. Esto lo vimos cuando cabalgaba por las pampas (solo que su corcel era el menemovil) el caudillo riojano, prometiendo salariazo y revolución productiva, recitando a Perón y posicionándose en el lugar reivindicatorio de los humildes que en algún momento encarnara Evita, pero que luego de asumir se dedicó a rifar el patrimonio nacional, malvender las empresas públicas, favorecer a la oligarquía agraria, destruir la industria nacional y condenar a la pobreza y a la indigencia a miles de argentinos, despojándolos de su derecho al empleo con una desocupación y subocupación que estuvo por encima del 40%, quitándoles el futuro previsional con la ley de AFJP que le permitió a los grandes monopolios como el multimedios Clarín, City Banks y muchos otros apoderarse del sistema jubilatorio para esquilmarlo y quedarse con el aporte de los trabajadores, o destruyendo los sistemas de seguridad e higiene en el trabajo con la nefasta ley de ART, luego de la cual la vida del trabajador valía menos que una llave inglesa. La tarea de Menem la continúo otro neoliberal, De La Rúa, solo que esta vez no provenía del peronismo sino del radicalismo, que junto al Partido del Frente Grande conformaron la Alianza, progresista en lo discursivo pero reaccionaria en los hechos. Ellos promovieron de la mano de De La Rúa, Flamarique, Bulrich la ley de asociaciones profesionales que pretendía atar las protestas obreras para llevar adelante su plan de ajuste y hambre contra los trabajadores para poder sostener la convertibilidad que se caía a pedazos. Todos sabemos cómo terminó el experimento, con la crisis más importante que tuvo la Argentina, con toda la sociedad en las calles y con un tendal de muertos. Es que a la derecha conservadora solo le importan sus intereses, no importa la cantidad de muertes que signifique sostenerlos. Esto es así en Argentina y en el mundo, sino observemos las incursiones armadas de los EE.UU, Francia, Inglaterra contra otros estados para defender los negocios de la burguesía internacional. Aun cuando algunos de los regímenes derrocados por la OTAN sean dictaduras salvajes y asesinas como en Irak o en Afganistán, ello no justifica el avasallamiento de las los pueblos, el asesinato masivo que cometen los países centrales cuando intervienen y el saqueo sistemático de los recursos de esos países una vez terminada su misión “liberadora”. Ya hemos dicho que el cambio social no es producto, ni de una minoría iluminada de pequeños burgueses que en nombre de la clase obrera instauran su propia dictadura, ni de fuerzas militares imperialistas que en nombre de la libertad avasallan los estados y saquean sus riquezas. Los cambios sociales son el producto de la maduración en términos culturales, ideológicos y sociales de los integrantes de una determinada sociedad. En general esos cambios son muy lentos y no ocurren en una generación, sino que se van dando a lo largo de varias generaciones. Sino observemos cuanto demoró la humanidad en abolir la esclavitud, que por cierto aunque es ilegal, persiste en muchas geografías, cuando demoró la reivindicación de la mujer como sujeto igual de derecho que el hombre, que por cierto está lejos de haber madurado, cuánto tiempo lleva la instauración de democracias representativas, en el mundo, que por cierto no existen en todo el mundo y que esa democracia representativa está muy lejos de llegar a ser una verdadera democracia participativa a la que todos los intelectuales democráticos aspiramos. Es necesario formular colectivamente un verdadero plan de reformas sociales y políticas y unirnos todos los sometidos por la explotación capitalista para impulsarlo. Pero debemos entender algo que preconizaban los antiguos griegos, no solo hay un decir, debe haber una práctica que sustente ese decir, no es posible defender la solidaridad, la democracia, la igualdad, la participación, la honestidad y demás valores fundamentales de una sociedad nueva si en la práctica sostenemos lo contrario, privilegiando nuestros intereses personales o de secta política, favoreciendo el clientelismo y la mediocridad porque eso va en la dirección de los propósitos enunciados por un partido, destrozando la participación colectiva para imponer los puntos de vista, etc. Así solo caminamos hacia un abismo mayor que el que perfila la sociedad capitalista. Hasta la próxima