lunes, 28 de octubre de 2013

El temor a hablar.

Desde hace varios años desde los medios hegemónicos se trata de hacer carne la idea de que vivimos en algo así como una dictadura. Que en la Argentina no hay libertad de prensa, que los ciudadanos tenemos miedo a hablar por lo que nos puede pasar, etc. También se habla acerca de las supuestas operaciones contra aquellos que critican al gobierno, de actores que se callan por miedo a la AFIP, de persecuciones a periodistas disidentes con el oficialismo, etc. La primera pregunta que me surge es quién tiene miedo de hablar? En Psicología trabajamos con un concepto que se denomina proyección. Creo que desde la dirección de Clarín (y lo digo con los nombres y apellidos, Magnetto, Aranda y compañía) proyectan a la sociedad lo que ellos hacen. Clarín, La Nación, Perfil, viven haciendo operaciones de prensa contra políticos, artistas, periodistas programas de televisión, canales de televisión, etc., que no piensan como ellos o que puedan tener alguna cercanía con el oficialismo. Por ejemplo, las señales de algunos canales como C5N, CN23, Telesur, etc., no las puedo ver porque soy un abonado de Cable Visión y Fibertel en Rosario y atropellando mis derechos a informarme, esta empresa monopólica y dominante en el mercado, me impide acceder a la información distinta a la que quiere que vean sus usuarios con el simple artilugio no ponerlos en su grilla, por supuesto violando las leyes y los derechos humanos, como violan mi economía cobrando precios ilegales y abusivos aun con fallos judiciales que se lo impiden. Muchos actores no son invitados a los programas de los grupos hegemónicos por ser afines al gobiernos, no es acaso esta una muestra de cómo Clarín conculca la libertad de expresión, entre otros de Florencia Peña, Andrea del Boca, que en muchos casos solo les queda trabajar en la Televisión oficial porque no tienen oportunidades laborales en los canales del grupo Clarín, y además son perseguidos por su afinidad con el kischnerismo. Permanentemente asistimos a la tergiversación, la mentira, la falsa información de parte de periodistas del Grupo Clarín (o más precisamente de mercenarios a sueldo de la comunicación como Lanata, Van Der Koy, Morales Solá, Bonelli, etc.) Hasta en los programas frívolos (de chimentos) son instrumentados en la estrategia comunicacional de imposición de la mentira y la falsedad. Veamos un ejemplo, en el programa de Canal 13 de Mariana Fabbiani, pude escuchar una defensa de un inimputable como Alfredo Casero atacando a quienes lo critican por sus exabruptos contra La Cámpora, contra un ejemplo de vida como lo es Juan Cabandié. Algunos seudo “periodistas” en realidad jornaleros que alquilan su rostro y su palabra para decir lo que desde el grupo Clarín le indican que digan. Yo les quiero decir a estos jóvenes ávidos de dinero y de fama, que del ridículo no se vuelve, y que la corporación los va a usar y cuando no los necesite los va a tirar como cualquiera tira los preservativos (forros) después de usarlos. Entre los desquiciados argumentos que les escuché decir a estos jóvenes en el programa de Mariana Fabbiani se quejaron porque algunas personas, entre las que me cuento, criticamos los exabruptos de Casero, un conocido reaccionario pero con principios, por supuesto, como decía Groucho Marx, si a su patrón no le gustan los principios tiene muchos otros para vender. Yo hago uso de mi derecho a la crítica, no tengo miedo a lo que me pueden contestar desde el grupo Clarín, no voy a “pasar a la clandestinidad” como dice Casero que lo hará. Quienes no opinan como yo, en democracia tienen derecho a cuestionar mis argumentos, lo que es verdaderamente hipócrita es que, los empleados del Grupo mediático que ha hecho de las operaciones de prensa, de la mentira, de la tergiversación, el arma predilecta para denostar, atacar, vilipendiar, no solo al gobierno sino a todos aquellos que con un poco de llegada a la gente se atreven a desafiar su posición excluyente en el manejo de la opinión pública, ahora quieran hacer aparecer a Coco Sily, a Florencia Peña, a 678, a Duro de Domar, a TVR como parte de una operación de prensa contra Casero, lo que se demuestra como falso solo con analizar que Casero no es nadie, es solo un perrito faldero de Magnetto, manipulado por un perro un poquito más grande pero faldero al fin como lo es Lanata. Por ejemplo Lanata llega a decir que el Canal 2 (América) está persiguiéndolo, que es un ataque del gobierno contra él por medio del Grupo Uno, cuando todos sabemos que el grupo Vila Manzano solo responde a su propio interés. A Lanata le molesta que muestren como el criticaba a Clarín como un peligroso mediático grupo hegemónico, pero que después de que arregló su cachet y alquilo su opinión no emite una crítica contra el Grupo y hace lo que Magneto le dice que haga. Yo solo soy un humilde ciudadano que se gana la vida cada día enseñando, no me paga el gobierno, no me paga ningún político, más aún mi trabajo lo conseguí por concurso sin el auspicio de nadie, uso mis horas libres para manifestar mi opinión por internet, no para ayudar o apoyar al gobierno, sino por el placer de decir lo que pienso, para demostrarle a los grupos mediáticos hegemónicos que no podrán acallar todas las voces, aun cuando puedan comprar una corte suprema y lograr que falle contra la ley de medios, seguiremos estando en Internet los resistentes que continuaremos debatiendo con ellos. Y podemos hacer esto porque en Argentina Internet es libre, es el único país de América Latina en el que Internet es totalmente libre y no tiene ningún condicionamiento, y esto no lo digo yo, es una información de la CNN, del programa de un periodista insospechado de kischnerismo, Andrés Oppenheimer. Sinceramente, y en este blog lo he fundamentado, no soy kirschnerista, ni creo que lo pueda ser porque me separan de este movimiento político que respeto, muchas cosas. Tampoco necesito alabar o defender al gobierno para conseguir alguna prebenda, con mi sueldo de empleado me alcanza para cubrir mis necesidades, pero mi formación de izquierda me permite visualizar que si permitimos que un arrogante grupo mediático como el grupo Clarín, La Nación, Perfil, con un ejército de periodistas mercenarios, modelen nuestras opiniones, le den forma a nuestros pensamientos según sus intereses, anulen nuestra capacidad crítica y reflexiva, estamos permitiendo que nos sometan de una manera mucho más efectiva y atroz que el sometimiento de las balas de la última dictadura asesina. En “1984”, Orwell pone en boca de un personaje un argumento terrible, no se trata de anular la opinión del otro, porque ello no garantiza el dominio absoluto, de lo que se trata es que todos piensen como las corporaciones dominantes, y que además estén felices de que se les permita pensar así. Aquellos que creemos en la libertad de expresión como ejercicio libre de la crítica y la reflexibilidad, que sostenemos que las corporaciones mediáticas como el Grupo Clarín, La Nación, Perfil constituyen un enemigo público número uno para la sociedad a la que quieren domesticar y humillar para que sirva a sus intereses, los que no podemos ser comprados, o que nuestra palabra no puede ser alquilada como la de Lanata, Van der Koy, Nelson Castro, Mariana Fabbiani, Guillermo Bonelli, Alfredo Leuco, Magdalena Ruiz Guiñazú, y tantos otros, levantamos nuestra humilde voz en defensa de la auténtica libertad de expresión, contra la acción destituyente de los medios de comunicación monopólicos y plantamos una bandera en defensa de una cultura de paz, sin agravios, sin mentiras, sin manipulaciones, sin crispación, con un debate auténtico y franco entre los argentinos. Hasta la próxima

martes, 15 de octubre de 2013

Política y creencia.

La política en la modernidad se ha constituido en un acto de fe. Con solo observar la propaganda política en las calles de su ciudad Ud. verá que los carteles de propaganda dicen “yo le prometo cambiar su vida”, “yo creo que con la educación vamos a cambiar la provincia”, “Rosario se merece algo mejor, ahora xx”, “el poder del cambio”, “profundicemos los cambios realizados” etc. etc. Todas estas, no son más que frases vacías, slogans de campaña, en las que los postulantes le piden que crea en él, porque todos los demás son incompetentes o corruptos, solo él y su partido son los hacedores del bienestar colectivo. Veamos el caso de Santa Fe. El slogan de campaña del partido en el gobierno es “El poder del cambio” y promete continuar con la transformación de la provincia. Esto es así? Muchas cosas cambiaron en los últimos seis años en la provincia, por ejemplo de ser una estación de paso de la droga que se contrabandeaba del norte, paso a ser una importante plaza de venta de drogas. Que consecuencias trajo esto? En primer lugar, mayor corrupción policial, a la existente se ha agregado la aparición en el ámbito policial de los narco policías, no necesitamos estadísticas para fundamentar esta opinión, basta con ver los policías procesados por narcotráfico, entre ellos un ex jefe de la policía provincial, en Rosario, según informan los medios de prensa, los bunkers de la droga son demolidos por los vecinos y rehechos a los pocos días por los “soldaditos” del narcotráfico. Si todos los taxistas saben y así lo comentan a sus pasajeros, que la droga se distribuye por las calles céntricas de la ciudad en poderosas camionetas Hilux o similares, porque ningún narcotraficante es molestado. Un taxista, que vive en Fisherton, me comentó que allí, en la casa del comisario procesado se reúnen los principales jefes del narcotráfico con la custodia de la policía provincial, los muertos por ejecuciones desde motos o autos han crecido en número tal, que los tiempos de la mafia norteamericana de la ley seca parecerían días pacíficos, a la par de lo que ocurre en Rosario hoy. Veamos otro de los grandes cambios de los últimos seis años, la política contributiva. Los sectores de ingresos medios y bajos se han visto perjudicados por el alza creciente de los impuestos (inmobiliario, tasa municipal, costo del agua, patentes, aumentos desmesurados del transporte, etc.), mientras que las grandes cerealeras y los terratenientes o pagan menos impuestos o directamente no se los cobran como el caso de las exportaciones de grano que no pagan el tributo provincial, esto porque en la ideología de la actual gestión hay que cuidar al campo. No es casual que el partido de gobierno, cuyo fundador fue un rico terrateniente, insista en apoyar los pedidos de la burguesía agraria en el sentido de tributar menos, es decir un Robín Hood pero al revés, Un Hood Robín, el gobierno de Santa Fe le saca a los pobres para darles a los ricos terratenientes y exportadores cerealeros. En educación asistimos a grandes cambios, por ejemplo se pretende sacar la enseñanza de la historia de las currículas, no sea que la memoria se mantenga activa y recuerde cada día el genocidio. Por fuera de ello, los únicos cambios que observamos son la construcción de alguna escuela, la pintada de otras, pero ni siquiera se ha avanzado en el procesamiento de las grandes falencias de la escuela pública, los sectores de clase media migran hacia las escuelas privadas aduciendo la falta de calidad educativa del sistema público. Tampoco se ha resuelto el problema de la violencia escolar, las denuncias por bulling son constantes, los maestros son agredidos por padres iracundos que protestan porque le reprendieron al hijo, o le calificaron inadecuadamente, etc. Existe una alta tasa de burn out entre los docentes los que se ven tensionados por la falta de medios, salarios insuficientes, falta de objetivos pedagógicos claros etc. Por ejemplo, los llamados supervisores, antes inspectores, son figuras decorativas que visitan cada tanto las escuelas, ejercen un autoritarismo vacío, dando indicaciones que pocos o casi nadie cumple y cobrando sus jugosos sueldos a fin de mes sin aportar casi nada a la educación de los niños y jóvenes. En materia habitacional el cambio es notorio, los sectores vulnerables que habitan los asentamientos precarios crecen día a día, sin ir más lejos, en el Barrio “Las Flores” de Rosario que antes estaba muy lejos de la traza de la autopista a Bs. As., cualquiera que hoy transite la autopista verá que las viviendas precarias se construyen casi encima de la autopista. No existe en la provincia una política habitacional que provea de viviendas dignas a estos sectores que frecuentemente se ven obligados a ocupar lotes privados o públicos para visibilizar sus reclamos. En muchas ciudades existe carencia de agua potable, por ejemplo, en Rosario en el verano de 2012 el agua potable le llegaba a los barrios a través de camiones aguateros porque de las cañerías no salía, también hay grandes carencias en materia de saneamiento ambiental y en muchas poblaciones no existen cloacas. La falta de obras hídricas hace que muchas regiones se inunden cuando llueven más de 50 mm. El transporte urbano mantiene las carencias de siempre, no se ha realizado un master plan de transporte urbano e interurbano. Los colectivos de las grandes ciudades por las noches tienen escasísimas frecuencias y los pasajes son extremadamente onerosos para los sectores trabajadores. Los controles a las empresas privatizadas son escasos y de mala calidad, en los últimos meses asistimos a una trágica seguidilla de accidentes como consecuencia de la falta de controles de las gestiones municipales y provinciales. En el Parque Independencia de la Ciudad de Rosario, en el sector de juegos, como consecuencia de un accidente evitable con adecuados controles, murieron dos niñas, y en la calle Salta al 2100 murieron más de treinta personas en una explosión de gas que tiró abajo un edificio sin que hasta el momento ni la empresa privada, ni la gestión municipal o provincial asumieran dignamente la responsabilidad por estos hechos, que como dije, se deben a la relajación de los controles municipales y provinciales. Son frecuentes las denuncias de la oposición por la construcción de edificios de muchos más pisos que los permitidos por las reglamentaciones urbanas, la ciudad construye a un ritmo tan desmesurado, como anárquico cuyas consecuencias va a pagar las generaciones futuras. El trafico tanto en las grandes ciudades como en las pequeñas si no está colapsado, se acerca peligrosamente a este punto , sin que las gestiones municipales y provinciales hagan algo para comenzar a resolver el problema. Es que las obras necesarias se miran con un criterio de caja (gasto) y no como una inversión. Veamos un ejemplo, en Bs. As. el subterráneo se construyó a comienzos del siglo XX. En ese momento la cantidad de pasajeros que lo iban a usar, no creo que fuera mucho mayor que los que usarían un subterráneo en Rosario hoy, y seguramente eran muchos menos que los que lo usarán en el futuro. Pero cuando alguien comenta la idea a algún burócrata, lo que recibe como respuesta es que el subterráneo es muy caro, que no hay en rosario una cantidad de pasajeros km para construir subterráneos, es un criterio de caja, no una reflexión orientada por un master plan destinado a resolver el problema del transporte sobre la base del incremento de la transportación colectiva de los ciudadanos en detrimento del uso de los automóviles, tan onerosos como contaminantes. Tampoco se habla de un plan de trenes de cercanías que conecten, por ejemplo, a Rosario con las localidades vecinas en las que también existe un crecimiento poblacional desmesurado, motorizado por una clase media que busca aire limpio, mejores condiciones de vida, menos inseguridad, etc. En definitiva, debemos creer en quienes preconizar el poder del cambio, cuando gobiernan una provincia y una ciudad en las que la situación social, económica y de seguridad ha empeorado ostensiblemente en los últimos seis años. Debemos creer que quienes gestionan el Estado santafesino no van a continuar facilitándole las cosas a la burguesía privilegiada del campo mientras que hunden en la miseria y el abandono a grandes masas de la población. El 27 de octubre los ciudadanos de Santa Fe pueden opinar, solo opinar, dándoles la espalda a quienes son nuestros verdugos. Hasta la próxima.

domingo, 13 de octubre de 2013

Apuntes sobre la educación.

En primer lugar, de acuerdo a método implementado en este blog para realizar los análisis, voy a partir de considerar etimológicamente la palabra educación. Etimológicamente proviene de educatio que remitía a la crianza y la creación, su raíz educo, contiene el prefijo “e” que indica fuera y que antecede a la palabra duco que significa guío, conduzco. Por lo tanto etimológicamente educación implica un guiar o conducir desde afuera para promover al desarrollo (intelectual y cultural) del educando. La educación es un proceso que ha estado presente desde los comienzos de la sociedad humana, pero no siempre ha sido la misma educación la que se impartió. A lo largo de la vida los seres humanos adquirimos experiencias en un proceso continuo de aprendizaje, ese proceso no es individual, sino que tiene la impronta de lo social, por lo tanto la educación es un proceso social e históricamente determinado. Por ejemplo, la escuela, que en nuestra sociedad constituye la organización por excelencia para impartir educación, no es una estructura que existió siempre, en las sociedades antiguas no existía la escuela, podríamos decir que la escuela es un invento de la modernidad. En la antigua Grecia no había escuelas, las academias como la de Platón eran destinadas a la conversación, reflexión y libre experimentación, y es interesante observar que los únicos que estaban obligados a recibir instrucción eran los esclavos. El concepto moderno de educación, como educación pública, gratuita y obligatoria es un producto de la ilustración. La escuela actual es heredera de la escuela desarrollada en Prusia en los siglos XVIII y XIX. La escuela prusiana era profundamente clasista y estaba basada en algunos principios elementales de la formación militar, como la disciplina y obediencia y era profundamente autoritaria. Es paradójico que una organización que fue creada por el despotismo ilustrado, que buscaba formar ciudadanos obedientes y mantener el consenso social en torno a las monarquías, se globalizara rápidamente penetrando profundamente en la mayoría de los países, pero tras algunos principios que supuestamente buscaban la igualdad de oportunidades educativas para todos. Como expresamos más arriba, la escuela estaba relacionada con las prácticas militares y contemplaba ritos y fórmulas de comportamiento que se asimilaban mucho al entrenamiento militar, pero más aún, la escuela buscaba formar trabajadores que reproduzcan el sistema sin cuestionarlo. En la base de la escuela encontramos la repetición y la mera reproducción de lo existente, por eso la educación de los niños se organizó como la cadena de producción, con pasos preestablecidos en un orden preciso, ello implicó que la escuela se organizó por grados que el alumno debía recorrer meticulosamente, los docentes eran los encargados de reproducir los contenidos establecidos por burócratas que determinan que se debe y que no se debe enseñar en función de intereses económicos de clase (volveremos sobre este punto). Todos los ritos de la escuela se asemejan a los de las prisiones o de los cuarteles, donde el alumno debe cumplirlos sin preguntar porque, y su significado último es adiestrarlo en la obediencia. Las visiones de la escuela han variado a lo largo de su existencia y las experiencias pedagógicas han sido muchas. Algunas, orientadas por la buena fe de los educadores, trataron de dotar a la escuela de mecanismos de formación que satisficieran las demandas sociales de los sectores más vulnerables. Pero todas estas experiencias nunca cuestionaron la base fundamental de la educación, su función como aparato ideológico del Estado. En la escuela actual aún encontramos los principios de aquella organización prusiana, todavía los alumnos deben someterse a ritos absurdos antes de ingresar al aula (por ejemplo formarse y tomar distancia), en el aula persiste la rígida dicotomía entre el que sabe y enseña (el docente) y el que debe aprender (el alumno), los sistemas de evaluación y promoción continúan siendo sistemas de premios y castigos (basados en notas) que estimulan la competencia entre los alumnos preparándolos para el mercado competitivo de trabajo, en el que cada uno vela por lo suyo sin importarle lo que le ocurre a su semejante, se continúa reprimiendo los impulsos creativos de los alumnos (alumno que cuestiona es castigado) y se bloquea toda manifestación de la sexualidad. En las escuelas es aun común encontrar los bancos orientados al frente, en una disposición destinada a que los alumnos no pueden interactuar entre ellos, sino cada uno de ellos con su maestro o maestra, el que al ser el portador del saber sacraliza lo que es verdadero de lo que es falso, lo que es conocimiento de lo que no lo es, solamente apoyado en lo que dicen supuestos manuales de conocimientos, con profundas huellas ideológicas destinados más que a brindar conocimientos a formar al alumno con una perspectiva justificadora del orden social existente, desarrollando, como dijimos, una subjetividad colectiva individualista y competitiva, o en lo que otros en su momento de formación le indicaron que era y que no era correcto. La propia escuela continúa teniendo una estructura jerárquica similar a la del ejército, con generales, coroneles, capitanes suboficiales y tropa, solo que reciben otros nombres, director de enseñanza, supervisor, director, vice director, jefes de departamento, personal administrativo, maestros y alumnos. La escuela no posee autonomía para determinar los contenidos y herramientas de aprendizaje que se han de utilizar dentro de ella, esos contenidos, como se ha dicho, son formulados por un ejército de técnicos, tecnócratas, burócratas y políticos, muchos de los cuales nada tienen que ver con el campo de la educación, o si tienen que ver poco conocen de la realidad en la que se desenvuelve el proceso educativo o si lo conocen están afiliados al partido de turno en el gobierno y actúan en función de sus intereses partidarios más que de los intereses de los sujetos de la educación. El problema central es que la educación siempre es analizada desde un lugar instrumental y las críticas que se hacen a la escuela no dejan al descubierto el carácter de clase que la escuela tiene en la sociedad capitalista. Ahora bien, sería injusto cargar todas las tintas sobre la escuela. La escuela es un eslabón en la cadena de adoctrinamiento capitalista que busca la formulación de un sujeto acrítico y consensual que no analice los contenidos que sus maestros le brindan, ni la relación de poder a la que se ve sometido en su formación, y en este sentido, es solo una parte de un proceso general de los dispositivos de estructuración de la subjetividad capitalista. La subjetividad que el capitalismo necesita para que todos los ciudadanos aceptemos el orden de cosas injusto que permite que en la actualidad 640.000 familias sean propietarias del 40% de los bienes existentes en el planeta, mientras que miles de millones de seres humanos viven hacinados en viviendas precarias, muchas veces sin agua potable, sin cloacas, sin electricidad, con polución ambiental, etc., etc., y se basa en la cancelación de los mecanismos fundamentales del pensamiento a los que hacíamos referencia en nuestro anterior blog, la reflexibilidad y la crítica. Son pocos los autores que han avanzado en la discusión de estos aspectos de la educación , los pedagogos y didactas solo discuten los aspectos instrumentales de la educación, y en general podemos agruparlos en lo que se ha denominado la Pedagogía Crítica, que tiene tres pilares fundamentales: a) la educación no es neutral; b) la sociedad puede ser transformada mediante el compromiso de personas conscientes y críticas; y c) la praxis conecta la educación liberadora con la transformación social. Cuando se habla de la violencia en la escuela, al igual que cuando se habla de la violencia social, por lo general se omite analizar las circunstancias fundamentales que sirven de base para la producción de la violencia. No es que el alumno es violento por naturaleza, ni que los chicos se peleen y agredan entre ellos y a sus maestros, o que los padres agredan a los docentes porque les falta educación, la violencia en la escuela es producto de un exceso de educación, de una educación de clase que pretende que los seres humanos naturalicemos las diferencias sociales, que aceptemos la existencia de esas diferencias como algo natural. La violencia es producto de esa formación social dicotómica que mientras nos compele a gozar de los bienes que el capitalismo produce, por otro lado nos quita la posibilidad de acceder a los mismos por falta de recursos. La violencia en la escuela es el producto del aprendizaje continuo que tenemos en una sociedad donde la violencia es un hecho cotidiano y permanente, y no solo hablamos de la violencia del que roba o mata, hablamos de la violencia que implica la marginación, la exclusión social, la discriminación que sufren miles de millones de seres humanos por sus características fisonómicas, por su sexo, por su condición sexual, por el color de su piel, por sus creencias religiosas, etc. Por lo tanto el mayor problema de la escuela no es que ya no forma para integrarse laboralmente a la sociedad, en que sus contenidos o son obsoletos o están desactualizados, el mayor problema de la escuela es que continúa cumpliendo con eficacia y eficiencia su función, la de un aparato ideológico del Estado destinado a formar un tipo de subjetividad que es funcional al sostenimiento de la dominación burguesa en una sociedad de clases. Hasta la próxima.